© de la imagen La meva maleta

miércoles, 25 de diciembre de 2013

No creo que sea una coincidencia

He tenido la suerte de compartir la mesa de Navidad con un bebé, mi sobrinito de 5 meses. Ha cambiado de brazos veinte veces, ha tenido el mundo a sus pies todo el tiempo. Le ha bastado con amagar un balbuceo y ha sido atendido en sus necesidades de afecto, alimento, sueño. Nos ha hecho felices a todos con su mera presencia. Allí donde hay un bebé las tensiones bajan, sus ruiditos, su aroma, su piel suave, su forma indefinida de mover las manos se convierten en el centro de atención. 

No me extraña, pues, que la forma de hacerse Hombre elegida por Dios fuera la de un bebé. El Niño Dios removió con la fuerza de su ternura, a todo su entorno. Temido y respetado, venerado y adorado.   Más de 2000  años después de su llegada, cientos de millones de personas paran su mundo para sentarse alrededor de una mesa a celebrar su estancia entre nosotros. No era más que un bebé, y en su pequeño ser se albergaba toda la Esperanza en el Mesías. No creo que fuera una coincidencia que Él quisiera ser Niño.

Feliz Navidad


12 comentarios:

tomae dijo...

Hubiera sido todo un espectáculo verLe gatear... ;)
(imagina lo que pudiera ser tenerLe en brazos)

Un beso Ana, Feliz Navidad.

Ana, princesa del guisante dijo...

Un médico mío decía que tener un bebé en brazos era como tomarse un valium. Feliz Navidad, un beso

aaana dijo...

Feliz Navidad!

sunsi dijo...

Entiendo lo que cuentas en el post porque nosotros también lo hemos vivido. En casa, después de 14 años, también hemos tenido esta suerte. Una pequeñaja de siete meses ha sido la alegría del día de Navidad. Tiene unos ojos enormes y se le han puesto como platos cuando la iaia ha hecho cagar el tió... Nos la hemos comido a besos, como hubiéramos hecho con el Niño. Pensaba que debería haber un pequeño siempre en cada familia...

Bon Nadal, Pesoleta

Ana, princesa del guisante dijo...

Feliz día después. Aquí hemos seguido comiendo como si no hubiera mañana. Ay,

Ana, princesa del guisante dijo...

Qué bien sientan los bebés, que rejuvenecen el espíritu... Sólo si Él nos hubiera dado una niña en la familia, para compensar a los 7 chicazos... Y para ponerle lacitos, y comprarle una hellokitty de esas...

Chitin dijo...

Sí, la verdad es q las navidades con niños son totalmente diferentes...en casa, nuestra pequeña, ya casi no es bebé...ya tiene 20 meses, pero ha hecho las delicias de todos cuando se empeñó en ponerse las francesitas de su prima de casi 6 años...a pesar de q la sobraba medio zapato fue increible verla caminar y hacernos un desfile por el salón sin tropezar siquiera!!
No sé q quien se nos caia más la baba a los padres, a los abuelos o al padrino ;-)

Espero q hayais pasado unos bonitos días...y lo q queda!!!

Yo ahora a relajarme...después de preparar cena para 11 ya sólo tengo q ir de invitada :-)

ana dijo...

Qué bonito Pesoleta!!!

Felices Fiestas, y que el próximo año nos traiga muchas cosas deseadas.

Abrazo fuerte.

Mariapi dijo...

Cuando en la casa hay niños, la Navidad es más fiesta. Y si además hay un moflete de bebé para llenar de besos, el regalo es completo. He tenido la suerte de que ningún año hayan faltado niños en nuestras Navidades, hemos ido haciendo pausadamente el relevo generacional, hijos, sobrinos, y ahora los nietos. Cuánto me alegro de ésa nueva risa en vuestra casa, gracias por contarlo tan bien. Besicos.

Ana, princesa del guisante dijo...

Feliz Año Nuevo, Chitin. Espero que vayas hoy también de invitada ;-)

Ana, princesa del guisante dijo...

Estaremos dispuestos a cargar con lo que nos toque, ¡pero que nos traiga algo bueno, que faltita nos hace! Un abrazo, Felices Fiestas

Ana, princesa del guisante dijo...

La Navidad tiene algo especial, el olor a nuevo, a Vida. Luego, cuando se acaba, es algo así como cuando llegas a casa con un bebé recién nacido, que se te hace todo una montaña... habrá que prepararse. Un abrazo grande para ti y para tu familia.

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