El otro día me llegó un correo que Ana de Punts i Draps mandó a sus clientes y alumnas para contar que su taller se muda de la tienda de la C.Igualada de Lleida, a la C. Democracia 6,3º4ª. Allí seguirá impartiendo clases de patchwork y monográficos sobre muchas cosas a partir del 1 de septiembre.
Siento mucho que el proyecto que tenía haya tenido que cambiar. Las cosas están bien difíciles y yo sé cuánto ha tenido que luchar para salir adelante estos últimos dos años. Recuerdo que me contaba lo que te costó darle a su tienda el aspecto tan bonito que tenía, y sé cuánto lamenta tener que cerrarla. Entiendo que le ha costado mucho tomar la decisión, pero pienso que ha hecho lo mejor. El peso que tenía que soportar era demasiado y me temo que la estaba lastrando.
Si por algo destaca Ana es por su generosidad. Hablando de pesos, ella me regaló el patrón de este peso de puerta en forma de vaca que ella misma ideó y que vende en su tienda-taller. Tenía pendiente hacerlo porque, además de precioso, es muy práctico (mucho más que dejar un par de zapatos para que la puerta de mi habitación no se cierre de golpe).
No estoy segura de que la generosidad sea una virtud en el ámbito de los negocios, lo que sí sé es que no abundan personas como ella, por desgracia, así que deseo de todo corazón que este golpe de timón la lleve a buen puerto. Y también deseo que el día de su boda esté blanca, radiante y feliz. Hasta pronto, Ana.