Hace un montón de años fui a visitar a una amiga. En su pueblo organizaban un mercadillo solidario. Por llevarme algo que me pareciera útil compré un libro. El único del que me sonaba el título era El Padrino, de Mario Puzo. Me lo llevé por una miseria y lo dejé en una estantería, con otros libros, para rellenar.
Por aquel entonces, -estoy hablando del siglo pasado, del milenio pasado-, no recordaba haber visto la película entera. Por supuesto, sabía que era una de las grandes, que Marlon Brando estaba estupendo, y Al Pacino y blabla. Pero distaba mucho de ser una de mis favoritas.
En fin. Años después, niños después, incluso, vi la película completa, y me pareció muy buena, a pesar de que los gángsters me parecían terribles bestias, que los asesinatos no son para nada mi fuerte, y que todo me parecía una historia sórdida aunque muy bien fotografiada, muy bien interpretada y adiósmuybuenas, e incluso si prestaba atención podia seguir bastante el hilo.
El otro día aparté el libro de El Padrino para mirar si encontraba detrás algo decente para leer. Ese no me interesaba lo más mínimo.
Pero leí la primera página y algo me llamó la atención. Concretamente una frase:
"El juez, un hombre de formidable aspecto físico, se echó para arriba las mangas de su toga, como si se dispusiera a castigar físicamenta a los dos jóvenes que permanecían de pie delante del tribunal. Su cara era fría y majestuosa. Pero Amerigo Bonasera tneía la sensación de que en todo aquello había algo de falso, si bien no podía precisar el que."
Demonios, pude ver la escena, incluso oler el ambiente a tabaco y madera que se respiraba en aquel tribunal (no, no lo dice el libro, me lo imagino yo) así que seguí leyendo, en la página siguiente "En la llamativamente decorada suite de un hotel de Los Angeles, Johnny Fontane estaba tan borracho como pudiera estarlo cualquier marido celoso." y entonces supe que ya no podría dejar de leer. Hasta el final y casi de un tirón sus 528 páginas.
Deben creerme, llegué a respetar al Don. No, no me gustaban sus asesinatos, pero en su lugar, los entendía. Comprendí que en ese, su mundo, era justificable todo lo que pasaba, las decisiones que se tomaban. Por supuesto ninguna de las acciones ilegales me parecen bien, ni los sobornos, ni los jueces corruptos, ni la trama de juego, ni el alcohol, ni nada de nada, y mucho menos el papel de la mujer en esa época.
Pero es un libro bien escrito del que nacen unas películas estupendas, y por ello, me he convertido en fan (fanS, que dice mi M&M). Es uno de los libros que me han gustado de verdad, aunque a muchos de vosotros pueda sorprenderos.
Hale, ahora a desmontar el mito. El que tenían sobre mí, quiero decir. Y si no han leído el libro, les recomiendo que lo hagan. Eso sí, no esperen florecillas ni debilidades, porque ni media.