© de la imagen La meva maleta

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Me ahogo

imagen de aquí

Cada vez que trato de entrar a contar algo, una gran bocanada de agua me llena la boca, la nariz, las orejas, se introduce a través de mi pelo y de los poros de mi piel dentro de mi alma, de mi mente. 

Paso las páginas de este blog como aquellos cuentos en los que las figuras están dibujadas de forma consecutiva y la imagen se vuelve acción. Así, leo las cosas que me han pasado durante cuatro años y medio, y os encuentro, acompañándome día tras día, post tras post, y entonces comprendo que me debo a alguien, al que me lee. Abro la boca y una gran masa de agua me atraganta una vez más. 

Veo el blog con su aspecto nuevecito, con su princesa preciosa, y entonces me recuerdo a mí misma que tengo que contar algo. Y entonces me siento leída, estudiada, conocida, desnuda, y no puedo afrontar el aire seco y punzante, no quiero, no me puedo permitir ser transparente como agua porque siempre hay alguien dispuesto a utilizarte, a lastimarte, a perjudicarte, a darte algo que no quieres porque sabes que tarde o temprano te pasará su factura. 

En otras batallas virtuales, en las que se discute sobre todo aquello que sea discutible, por mero deporte. Izquierdas y derechas, tetas y biberones, malas madres (¿?) contra apegadas, pro-animales que defienden que hay que tratar a los animales como personas y a las personas que las zurzan. Los Podemos contra todos, yo contra Podemos, y al final, lo de siempre, se apagan las luces de neón y quedamos los cuatro de pueblo levantándonos a las seis y media para seguir con el mazo dando. Y tú, yo, quiero decir, agotada por haber defendido la causa con la que crees. Creías. Bueno, ni sabes.

Libros (buenos, sé que son buenos) escritos por mí se me pudren en los cajones y en la autoestima porque en el fondo de mi ser me niego a creer que jamás se verán publicados. 

Me pregunto si alguna vez volveré a ser lo que era, o si me crecerán algas en las puntas de los dedos de las manos y quedaré atrapada en el fondo del mar. Quizá, si salgo, me convierta en una estatua de sal. Así que permaneceré rodeada del silencio, que al menos, no me ahoga. O sí. Maldita sea. 



17 comentarios:

Dàmaris Garcia dijo...

Querida Ana:
Te han publicado 2 libros, te publicarán el resto, el primer pie ya lo tienes, y el segundo... no tardarás en adentrar todo el cuerpo.

Ana, princesa del guisante dijo...

Dámaris, te he mandado un mail. Te deseo éxito, sea lo que sea lo que eso signifique para ti. Un abrazo

aaana dijo...

A lo mejor no te estás ahogando. A lo mejor te estás convirtiendo en sirena y todavía no te das cuenta. Cualquier día te verás una escama, te acostumbrarás y verás que no te ahogas. Sólo tienes que acostumbrarte a tu nuevo sitio

Ana, princesa del guisante dijo...

No pienses que en otros mares
Las aguas más verdes son
Tú sueñas con ir arriba,
¡Qué gran equivocación!

...ya empiezo a verlo, gracias, aaana. Eres muy muy lista, qué gusto de amigas.
Un abrazo

Inma dijo...

Son momentos de estancamiento en la vida. Tú te mueves pero el escenario va contigo, como en los dibujos animados. Siempre pasa, hay que esperar. E intentar salir fortalecido.

Anónimo dijo...

Tus palabras no pueden ahogarte pq dan oxigeno a otras. Tus silencios tampoco porque son tambien en su soledad hermosos. Es la vida que a veces ahoga pero al dia siguiente vuelve para darte una bocanada. Hoy te sientes vencida y rendida mañana volveras a ser la princesa guerrera. Hoy tu contra el mundo. Mañana el mundo a tu vera. Porque yo tambien soy mundo y me gustan tus palabras y tus silencios, y tus guerras y tus treguas. Hoy rindete pero con la almohada y mañana vuelve a regalarnos un poco de ti. Un abrazo.

tomae dijo...

Yo me ahogo muy a menudo PrincesaDel, pero también pienso que mientras nado voy eso: nadando, hay veces que busco tierra firme y hay veces que el océano se hace inmenso y hay tiburones...aunque creo que no son tantos como los que pienso.

El otro día alguien me dijo que si lo habíamos dicho todo, y pensé que sí ...pero no sabes cómo, va la "palabra" y te inunda.

Bss!!

Susana dijo...

De alguien que nada acontracorriente. No te ahogas. Tragas agua pero sigues avanzando. Verás que sí. jUn beso.

Ana, princesa del guisante dijo...

Inma, pues no sé. Nomsé si cuando pueda sacar la cabeza del agua todo seguirá igual allí arriba, o si alguien me traerá una bombona de oxígeno que me permita respirar sin fallecer. Mi objetivo, no fallecer.

Princesasyprincesos, el problema es que cuando te autocensuras, algo va mal, no sirve para mucho un blog personal. Gracias por tu cariño y respeto. Un abrazo

La palabra inunda, Tomae, cierto. Yo cada vez entiendo menos.

Susana, no me asusta la corriente, pero creo que es tiempo de pensar más de lo que hablo.

Besos a todos, gracias!

Driver dijo...

Corres por las palabras como el aire corre por el viento.
Asi que vista la situacion, comprendido el panorama y expuestos los hechos, ya sabes la respuesta.
Porque la sabes.
...
Aire fresco que corre por vientos frescos.
Nuevas palabras.

Ana, princesa del guisante dijo...

Driver, ni idea. Esta vez no. Porque, tomada la decisión, oigo cantos de sirena "no te vayas, no lo dejes" y cada palabra que escribo es un jirón más en mi piel, más carne viva vulnerable. Nuevas palabras, anónimas, o no serán.

Driver dijo...

Como sabrás Ana, mi hermano Tomae y yo hemos ascendido en nuestra carrera literaria de forma espectacular.
El pasado mes de julio conseguimos un porte de diez toneladas de libros infantiles, para llevar en mi camión desde Noruega hasta España.
...
Esta oportunidad literaria nos ha permitido conocer algunas cosas de ese bello país.
Tienen una industria literaria de cuentos infantiles a nivel mundial, cuyos textos e ilustraciones hacen las delicias de miles de niños y adultos en los cinco continentes.
Pero lo mejor del viaje fue que contemplamos un barco muy especial.
Es una especie de remolcador capaz de arrastrar las voluntades de los mayores mercantes del mundo.
También fue diseñado como rompehielos, pues de todos es conocido que cuando el mar se hiela, alguien tiene que abrir camino al resto de la flota.
Y lo más sorprendente es que el barquito está adscrito al Servicio de Salvamento Marítimo. Sus maniobras son capaces de salvar la vida de cientos de marineros.
La recaraba.
...
Así que allí estábamos mi hermano y yo; contemplando el impresionante y polifacético barquito noruego, mientras nos cargaban los palets de libros para España.
Al mirarlo de cerca y contemplar su nombre, nuestro desconocimiento del noruego alcanzó sin duda alguna si zénit histórico.
Doce consonantes y tres vocales son demasiado para según quien.
...
Preguntamos el nombre del barco; y un señor muy amable que manejaba la carretilla de carga, casado con una leridana, nos lo tradujo.
...
El nombre del barco es "Palabra".

Carme Sala dijo...

Supongo que estas crisis personales reiterativas que padecen todos los creativos, tienen mucho que ver con lo que sientes.
Y no es fácil superarlas, ya que expresar sentimientos profundos y además encontrar la forma de sentirse cómodo con ello, erosiona y desgasta hasta el alma más fuerte...

Estoy segura que tu ahogo, es temporal y saldrás de él más segura que nunca. Aquí nos tienes, esperando el siguiente fotograma que, aunque se parece mucho al anterior, nunca es el mismo.

No temas al cambio. El cambio es evolución :)

Un abrazo, preciosa.

sunsi dijo...

Estimada Ana. He vuelto al mundo blogueril. Te leo. Te vuelvo a leer. Y pienso "qué bien se expresa la Princesa". Qué bien explicas la sensación de vértigo cuando eres consciente de que todo lo que publicas es lo más parecido a ti misma. Tus inquietudes, tus filias y tus fobias, tus temores, tus pasiones, tus amores... Todo al desnudo y en carne viva. Tal vez lo interpreto así porque arrimo el ascua a mi sardina... porque me he sentido identificada con este post que es una verdadera filigrana.

Eres una escritora como la copa de un pino. Dos libros publicados y lo que te rondaré morena. Te diría cosas pero prefiero abstenerme de... por pudor, porque se me vería la escama de sirena.

Un beso, pesoleta.

Ana, princesa del guisante dijo...

Driver, no tiene tanto que ver con los libros como con mis sentimientos y la desnudez, pero gracias por tu empuje! Un abrazo.

La meva maleta, cambiar es necesario. Te lo pide el cuerpo. Lo que pasa aquí es que quienes te leen están tan cerca que sabes que tus cambios les afectan a ellos, es entonces cuando sufres. Un petó, gràcies, reina.


Sunsi, siempre que paso una crisis, un bloguero amigo confiesa que siente lo mismo. Esto es tan raro... Esto no se parece a la literatura, es más como psicoanálisis, y está el feed-back, para terminar de liarnos. Gracias, gracias por tu cariño, por tu respeto, por comprender TAN bien. Un beso

Ana de cestaland dijo...

Hola Ana.
Jo, que pena que te sientas así!
Pero me voy a permitir (con atrevimiento, lo sé...) decirte que si te ahogas: lo dejes en pausa un tiempo...
A mí me encanta leerte y te echaré de menos, pero prefiero no leerte a que te ahogues.
De verdad, ¿por qué no te das un tiempo?
Y tus libros estoy super segura de que son buenísimos, como los otros dos tuyos que ya tengo!!
Gracias!!
Y si ves que estás empezando a tragar agua, sal de la piscina. Mañana será otro día e igual encuentras un buen flotador...
Un beso muy grande!

Ana, princesa del guisante dijo...

Gracias por tu comprensión, Ana, supongo que encontraré la forma de retomar el camino. Un beso

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