Este post no habla de nada que tenga que ver con empresas ni dinero.
Otros negocios subyacen en el seno de cada una de las familias del mundo, de las parejas, en las relaciones entre padres e hijos, nietos y abuelos, incluso en las amistades
He tenido la oportunidad de pasar largos espacios de tiempo en hogares que no eran el mío propio: en casa de mis abuelos, de cada uno de mis tíos, de amigos de los de verdad. Curiosa desde siempre por todo aquello que define a las personas, por conocer cómo vencen sus dificultades y superan sus diferencias, curiosa a secas, me fijaba en cuáles de las relaciones no cabian en el mapa de lo que para mí hubiera sido deseable, aceptable, tolerable, acaso.
Y entonces me planteaba si esas dos personas entre las que había algo que a mí no me cuadraba, desde la libertad para entrar en la intimidad, hasta el reparto de las tareas domésticas, pasando por quedarse en la cama holgazaneando mientras el otro madrugaba para ir a trabajar, estaban aceptando su parte del negocio.
Cuando desde nuestro palco de espectadores de la realidad de los demás algo no nos convence, creemos que uno de los dos miembros de una relación se aprovecha o abusa de su posición respecto del otro; tendríamos que plantearnos si ese es su negocio, el que ellos tienen entre manos.
12 comentarios:
Bon dia, Ana. Ayer quería comentar y me surgió un asunto. Entro de nuevo con la misma duda. Tu post y tu postura ante el tema que planteas se resuelve al final, en la última frase. "Tendríamos que plantearnos si..." ¿El si se puede sustituir por un que?
Un tema peliagudo, Princesa. Porque desde el palco es imposible conocer lo que sucede entre bambalinas. A veces se puede pensar que una de las partes tiene un papel pequeño... pero va y resulta que es clave para que la obra funcione.
No me ha quedado demasiado claro qué es exactamente lo que quieres decir en esta entrada. Y la verdad es que me sabe mal porque me parece muy interesante el tema.
Un beso, Ana.
Sunsi, cambié el que por el si. Porque cuando estamos en un negocio de esos, a veces pasa que no nos hemos planteado, siquiera, una alternativa, y realmente lo que existe es un abuso de poder. Yo tampoco tengo muy claro lo que pienso sobre este post, supongo que traté de escribir un pensamiento que me rondaba para tratar de encontrar luz, y no lo conseguí. Gracias por venir, por volver, y por comentar. Un beso, Sun
Vale, Ana. Ahora sí sé por dónde van los tiros. A veces hay comodidad, otras ignorancia ... Ambas cosas llegan -creo- con el paso del tiempo. Falta bajarse del caballo que galopa en silencio , por inercia ... y arrastra preguntas sin respuesta. No es nada fácil. El diálogo parece algo sencillo sobre el papel. Y hay que saber qué se puede pasar por alto y qué no se puede consentir... y hasta ahí.
En fin , Princesa... Historias que es difícil tratar en abstracto. Un beso y feliz fin de semana. Descansa.
Cuando eres el espectador de esa obra, a veces no comprendes cual es el trato, el negocio, que hay entre los actores.
Creo que sólo hay que ponerse en la piel de ese actor, y se da uno cuenta de que al final es un acto de generosidad, de uno con el otro. Y aunque desde fuera parezca que sólo va en una dirección, seguro que transcurre en ambas, aunque no se vea tan claro.
Madre mía como me enrollo!!!,
Un beso princesa, desde el Sur.
Cada vez me cuesta más sacar conclusiones, sobre todo si es sobre temas de intimidad y relaciones personales. sólo me atrevo a compañar si me lopiden. Nada más.
Qué bien que escribas. Un beso.
(espero que esta vez se quede el comentario...grrrr¡que desesperación de internet!)
"Libertad para entrar en la intimidad". Ese negocio no es tal. Es abuso, humillación, esclavitud. Todo puede negociarse menos regalar el alma. Y el alma, para. mi, es algo tan sencillo como un móvil, como una carta, como una llamada de teléfono. Cuchichear/ en el móvil arcón de alguien, leer una carta a hurtadillas (tanto si es recibida cómo enviada), escuchar agazapado desde el otro teléfono... todo eso es humillar. Eso no es negociable. Y lo he visto desde un palco y ni como guión imaginario lo puedo aceptar.
Exacto, intentar no juzgar sino comprender, a eso me refiero. Me encanta tu "rollo" sabio.Besos, fin del finde.
SIiii, estás aquí. Pues me pareces muy sensata, como siempre. Creo que es un proverbio chino el que dice que tenemos dos oídos y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos... Besos, qué bien que vengas, ahora te toca escribir a ti ;-)
juanpe, no y no. No es un abuso. SI entre las dos personas es aceptado, insisto, es un negocio. Aunque a ti y a mí nos parezca deleznable.
Áspero este negocio aunque ambas partes lo acepten. Y no sé si leer la letra pequeña del contrato serviría de ayuda para entender el intercambio.
Bss
Claro, cómo no lo había pensado antes! Nadie lee la letra pequeña, ni siquiera las partes contratantes. Besos
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