© de la imagen La meva maleta

jueves, 14 de agosto de 2014

El libro que te acompañe

"Aquella era una mañana como otras y sin embargo perfecta entre todas. Oyó el leve crujir de las cuerdas al sacar Juana a Coyotito de su cuna, lavarlo y envolverlo con su chal de modo que quedara muy cerca de su seno. Kino podía ver todo esto sin mirarlo. Juana cantaba en voz baja una vieja canción que sólo tenía tres notas y, no obstante, interminable variedad de pausas. Esto también fromaba parte de la Canción Familiar, como todo. A veces llegaba a ser un acorde doloroso que ponía nudos en la garganta, musitando: "esto es certeza, esto es calor, esto es lo TODO".

Imagen de aquí

Después del paso de media vida por mis entrañas, del amor, de las lágrimas más duras, del aprendizaje, del trabajo, de los premios, del esfuerzo, de comprender que el Equilibrio Universal termina por llegar y por romperse con la misma facilidad, releo La Perla, (John Steinbeck, 1945).

Probablemente esta obra debería ser incluida en el kit de supervivencia del ser humano en distintas etapas de la vida. Se me ocurre que, ahora que mi hijo mayor empieza a comprender, sea ya un buen momento para prestárselo. Así que junto con sus libros de secundaria, debería incluirlo. Luego, cuando tenga ya su formación, y se dirija con energía al camino que él haya elegido para su vida, entonces, entre sus toallas y sábanas del ajuar por estrenar, entonces debería volver a "dejar olvidado" el libro, como quien no quiere la cosa. Y cuando junte con su mujer la canastilla de su primer hijo, entonces será otra ocasión perfecta para traspapelar el libro para que lo lean ambos, arrullados por el respirar tranquilo de su bebé en la cuna. Y luego, cuando ya su camino esté mediado, entonces será otra vez momento de leer La perla, para comprobar que siguen caminando por el buen sendero. No creo que sea necesario esta vez que yo me ocupe de prestarles el libro, ellos mismos lo guardarán envuelto entre terciopelos en un lugar privilegiado de su biblioteca.

Dejo un par de citas más para terminar, después de todo, si no has leído esta obra, creo que sus propias palabras pueden convencerte mejor que yo de que corras a hacerte con un ejemplar.

"Pero ahora, al anunciar como sería su futuro, lo había creado. Un proyecto es algo real, y las cosas proyectadas son como experimentadas ya. Un proyecto, una vez ideado y trazado se hace realidad, indestructible pero propicia a ser atacada."

"Juana, desde el interior de su alma de mujer, sabía que la montaña resitiría impávida mientras el hombre acabaría quebrantado, que el mar seguiría su incansable oscilar y el hombre podía perecer ahogado. Y sin embargo, todo esto es lo que hacía de él un hombre, medio loco y medio dios, (...)"




7 comentarios:

tomae dijo...

"Un proyecto es algo real, y las cosas proyectadas son como experimentadas ya. "

Diantres PrincesaDel!! Hay veces que esa experiencia supera la realidad y puede que ésta diste mucho de lo que imaginábamos. ¿Dice algo ese libro de la improvisación?


Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracies per existir T'estimo molt

Ana, princesa del guisante dijo...

Tomae, léetelo, improvisa, sí, de eso trata, para ser precisos. Un abrazo.


Mare, part de culpa tens en això d'existir! Jajaja petons

tomae dijo...

¡ostras! la mami de PrincesaDel en el castillo!!! ¿es la Reina del Guisante?

¡saludos!

...yo también tengo un blog ;)
(con permiso PrincesaDel)

Ana, princesa del guisante dijo...

Tomae, yo lo de Reina del guisante no lo veo, me suena a cadena de supermercado de congelados :-)

Juanpe dijo...

"... una interminable variedad de pausas". De eso está compuesta un buena conversación. Y una vida sensata. Incluso un buen blog. Me leeré el libro aunque sólo sea por volver a escuchar la canción de tres notas.

Ana, princesa del guisante dijo...

Juanpe, a ver cómo te suena esta vez... Los silencios y las pausas a veces son tremendamente sonoros.

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