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Vino a casa a pedirme ayuda con unos papeles, y se ofreció para echarme una mano con lo suyo. Ella siempre ha bordado a máquina, ha cosido y hecho arreglos, ha sido habilidosa con la aguja. Ha cosido ajuares y vestidos, cortinas y sábanas. Y yo... bueno, yo siempre he tenido mejores intenciones que manos.
Con la idea de coserme algo, compré un metro de una seda monísima, con un estampado delicioso. La inversión fue mínima, bajé patrones de internet, corté a la buena de Dios, empecé a coser con una facilidad asombrosa y me di cuenta de que había cortado con demasiado ímpetu. Así que, como quien sabe qué está haciendo, hice un parche que yo pensaba que sabría arreglar si algún día tenía tiempo. El tiempo no llega (dichoso final de curso) y sólo con ver la bolsa de la seda me entraban sudores fríos. Así que dado el ofrecimiento de mi anciana vecina, le pregunté a ella si tenía remedio.
Se lo llevó con entusiasmo de saberse útil y necesaria. Pero la seda no es nada fácil de coser, y menos, cuando lo que tienes que hacer es un apaño de una chapuza de medidas importantes. Ella se vio abrumada por la situación, vino, con los ojos llorosos a enseñarme la labor más difícil que hizo en su juventud para decirse a sí misma que no siempre había sido incapaz de coser. Traté de consolarla, le dije mil veces que no se preocupara, que no me había fallado, que, en realidad, yo le había pedido algo realmente complicado.
Lamento profundamente haberle causado esa tristeza, debería haber sido consciente de que lo que le pedía quedaba muy por encima de sus posibilidades. Le repetí cincuenta veces que no se preocupara, que no había sido culpa suya, sino de mis tijeretazos alegres, que la tela era bonita pero sencilla, y que la tiré a la basura. No iba a permitir que un metro de seda empañara el recuerdo de una vida dedicada a la costura. Espero que pueda, que podamos olvidarlo pronto.
6 comentarios:
...y decías hace unos días si los blogs han de morir PrincesaDel, para mi que te queda mucha tela, y telita que cortar, y coser ;)
bss!!!
Es duro cuando haces daño a alguien sin querer. Un beso.
...y dos post más que enterré antes de nacer. Uf, es complicado!
Feliz verano
Susana, claro. La vejez ya es bastante dura por sí misma!
Seguro que al cabo de unas horas su reflexión le habrá llevado a agradecerte haber confiado en ella, como así lo hiciste magníficamente. Y es que sabernos útiles para algo... es tan hermoso. Seguro que tu vecina sabe que lo imborrable nunca deja huella. Alguien me dijo una vez: No somos y luego pensamos.
Gracias, Guillermo. Mi vecina está muy sola, pero pide muy poco. Su hija única no creo que sea consciente de lo mayor que está...
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