Hoy el post del blog de ABC, Madre no hay más que una, de Gema Lendoiro, menciona la entrada anterior de este castillo, Corrala 2.0.
Ella, como yo, está cansada de que en todos los temas relacionados con la maternidad se abra una suma de monólogos, que no debate, entre dos partes dispuestas a imponer su criterio a toda costa y a criticar, hasta el abandono por hartazgo de la otra parte.
Por esta razón me alegra estar representada en ese post, porque no estoy sola en el intento de abogar por el sentido común y por aprender, en lugar de imponer.
Y desde aquí felicito a mi amiga Gema, porque su blog es uno de los seis más leídos de ABC.es.
A todos los que lleguen a este blog desde allí, bienvenidos al castillo. Pediré que les acomoden en sus aposentos. Sean felices.
8 comentarios:
Muy buen post, Ana. Gracias por el enlace y merecidísimo el enlace en su blog. Esto deriva de una forma peligrosa. Talibanes de la crianza de bebés, del pecho a demanda, de teorías rígidas que no contemplan la salud de la madre...
Ganas me dan de escribir cómo crié a estos cuatro ya mayores de edad. Mejor no... igual más de uno se escandalizaría.
Un beso, Princesa.
En general, se presume de libertad, pero sólo respetan tus decisiones cuando estas se ajustan a lo que dice la mayoría de siempre. Paciencia, Sunsi.
He leído el otro blog y sin el menor ánimo de peloteo, me gusta muchísimo más tu post.
Menos mal que te enlaza porque sino es un plagio, francamente y perdona porque dices que sois amigas, yo tengo una perspectiva objetiva.
Un beso, reina!!!
A
Me llamó para pedirme permiso para publicar su post. Amigas.
Gracias por velar por mí, amiga.
Alteza, no te comenté en tu entrada anterior porque, aunque yo soy un palidín con pedigrí y un fiel mirmidón con valor de sobra, hay un acotencimiento al que no puedo asistir.
No puedo asisir a un parto, a un nacimiento, a un alumbramiento. Parece una tonteria, pero es que pienso que es el momento más íntimo que puede tener una mujer. Mi hija (!la madre que la parió!) cada vez que sale en la tele un acontecimiento de esta índole en directo, me llama: !Papá mira que cosa más bonita! Y encima aguanto a mi mujer diciendome eso de !que dos acontecimentos te perdistes!.
Alteza, mi espada estará siempre a vuestro servicio, pero por favor, llame Vuestra Alteza a otro de sus fieles vasallos, este que os escribe está temblando nada más que pensarlo.
Por cierto, que nombre más oportuno, Martín martín.
Una reverencia mi Señora
Ay princesa... que parece que cuando parimos nos dejamos el cerebro en el cajón de la mesilla que hay al lado de la cama que nos ha cedido el hospital de turno. Abrimos el cajón, y el sentido común lo dejamos allí, abandonadito de la mano de Dios. Sálvese la que pueda en ese "parimos". Pero ya puestos, no me gustan a mí mucho tanto colecho, tanta teta a demanda, y tanta gaita desafinada.
Un buen post, el anterior y este... Enhorabuena
Un beso del sur, Princesa
No es obligatorio que a todos nos guste lo mismo. Por lo que leo de ti,no asistir a su parto no ha impedido que seas un padrazo, así que quedas más que liberado de tu carga.
Un abrazo,caballero
A mí no me convencen tantas florituras ni tanto darle vueltas al hecho de criar, pero peor me sienta la falta de respeto hacia las personas que no hacemos de la crianza una exageración. Un beso, chica del sur
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