© de la imagen La meva maleta

lunes, 24 de enero de 2011

El niño malo



Empezó a causarnos problemas desde el primer curso en la escuela, cuando los dos tenían apenas tres años. J es un niño peculiar, que quería la amistad de mi hijo en exclusiva. Marlin, que le tenía mucho cariño, pasó cuatro cursos siguiéndole a todas partes, y jugando a los juegos que J proponía. Le hacía los trabajos de clase, le organizaba la vida, le impedía relacionarse con otros niños. Marlin, que es un niño de paz, no se quejó demasiado, excepto porque su familia le insistíamos en que debía ser amigo de todos.

Un día Marlin se hartó, y le dijo a J que iba a jugar con otros niños. El otro niño montó en cólera, y su estrategia durante casi un curso fue boicotear todas las nuevas amistades de Marlin.Si mi hijo se hacía amigo de P, J se lo "quitaba", si luego era amigo de M, J se la arrebataba como compañera de juegos.

Hasta el día que Marlin se hizo amigo de D, que al niño malo no se le ha antojado como amigo.
Ya hablé de esta situación, y de cómo Marlin fue muy valiente al plantarle cara. Tanto, que parecía haber ganado el respeto de J con el que alguna otra vez había jugado.

Este sábado mi hijo volvió a intentarlo. Él había perdido de vista a su amigo D, y le preguntó a J si podía jugar con él y con otros tres niños. J le rechazó abruptamente. Yo vi algo, pero estaba lejos. Me fijé en el lenguaje corporal de J, que me pareció de desprecio. Fui a preguntarle a Marlin, y negó la mayor. Pero al cabo de un rato, le vi solo. Le tiré de la lengua, y al final me contó, con una tristeza desgarradora, cómo había sido todo. Él había querido jugar con los niños y su ex-amigo le rechazó con desprecio. El corazón de mi hijo estaba totalmente desgarrado.

No puedo hacer nada, no debo intervenir. Me dan tentaciones de agarrar por el pelo a ese desgraciado por hacerle daño a mi hijo, pero no funciona así. Ellos tienen que resolver sus diferencias.

Y estoy segura de que Marlin sacará una lección de ese sufrimiento, y espero con impaciencia el día que cambien las tornas. Porque él también caerá. Mientras, sólo puedo lamer sus heridas, y hacer que no se sienta solo. Odio verle sufrir.

19 comentarios:

Rosa dijo...

Un beso para tu hijo y otro para tí. Da tanta rabia esa situación, y lo peor es que lo ves en los niños pero también en los adultos. Estoy segura de que todo se pasará, sanará y tu hijo sacará un maravilloso aprendizaje de todo esto, será una persona más íntegra porque no se ha dejado amilanar.

Mucho ánimo!!

Unknown dijo...

Ayyy!!!, yo aún no he vivido esa situación con mis hijos puesto que son muy pequeños, pero ya la temo.
Todos tuvimos a un J en nuestras vidas, lo malo es ver a nuestros hijos en esa situación. Marlin, por las anécdotas que nos cuentas, es un niño muy inteligente que sabe, siempre, sacar las castañas del fuego y aprender con cada una de sus vivencias. Acompáñalo y no permitas que sienta odio o rencor hacia J ,que aunque merece un par de azotes por su mal comportamiento, es un niño como él (ya le gustaría a J....grrrr).
Biquiños para ti y para tu guisantito.
Sigue siendo un placer desayunar en castillo. Hoy lameré las heridas de tu cachorro contigo.

Clidice dijo...

De J's la vida n'és plena, el que cal és que el teu fill se senti estimat a casa, això li donarà la fortalesa imprescindible per enfrontar el món i saber tractar amb els J's que la vida li anirà posant pel davant. La gestió de la frustració és quelcom que la gent està oblidant d'ensenyar als fills i tu, pel que veig, ho fas meravellosament bé. Ànims i abraçades :)

Ana, princesa del guisante dijo...

*Rosa: sí, da rabia. Los niños son especialmente crueles, porque no son capaces de medir el daño que hacen. Alguna vez intenté hablar con la madre, y a ella le importaba un pimiento. Nada, pues a sacar pañuelos. Puff.. Un beso.

*Dolores: su padre le dijo que le diera una torta, que así lo tendría a ralla. Yo callé. Sé que no le pegará, pero es una manera de decirle que no se amilane. Espero que te llegue tarde tarde tarde. Un beso

*Clídice: "A la fuerza ahorcan", que diuen. De debò, preferiria que no patís gens, però poca cosa hi puc fer. Una abraçada

Mariapi dijo...

Cuanto cuesta verlos sufir y no intervenir...mira, yo intenté alejarlos de las personas que les trataban mal. Todavía ardo al recordar las lágrimas de mi niña al volver del cole, y cogerla en brazos, y mecerla mucho rato...todavía me duele. A ella, gracias a Dios, no le hizo tanto daño.
Un besico, Ana, dale fuerzas, quítale importancia...

sunsi dijo...

Pesoleta, Princesa... Sé un poco de esto. Digo un poco... pero en realidad es bastante. He llorado lo indecible al ver llorar a mi ciudadano primogénito por humillaciones en público, por...¡¡¡BULLYNG!!! Y te das cuenta de que todavía no tienen armas para combatir. Y el menosprecio socava seriamente su autoestima. Lo siento. Lo siento tanto... como si ahora mismo Marlin fuera mi hijo. No son palabras huecas, pesoleta. Solo quien lo ha vivido puede entender que tus entrañas están doloridas por estos alfilerazos.

Aunque ahora no haya ni un rayito de luz... acabará por hacerse fuerte...un GIGANTE. Pero para ello necesita todo tu amor y... estoy completamente de acuerdo con Mariapi. A pesar de que la voz te salga quebrada... intenta -si puedes- restarle importancia y valorar su generosidad. Esta parte de la educación a veces se descuida. Y es tan importante que ellos construyan con nuestro apoyo sus afectos nobles, sinceros. No es lo mismo ser bueno que "tonto". Y la bondad siempre triunfa...tarde o temprano.

Me solidarizo contigo...No sabes cuánto...pesoleta.
Un abrazo...Ojalá te llegue mi cariño y mi apoyo.

Ana, princesa del guisante dijo...

*Mariapi: eso fue exactamente lo que hice, mecer a mi hijo en mi regazo hasta que se me durmieron los brazos. Tomo nota: dar fuerzas, quitar importancia. Me será útil. Un besazo

*Sunsi: mi hijo es un valiente. No teme enfrentarse a ese niño, pero el otro día le pilló con la guardia baja. Hoy le tenía que hablar en el cole, (el suceso tuvo lugar fuera de su territorio, en una comida popular). Por la tarde sabré el resultado. Un abrazo

Pizpireta dijo...

Como duelen los hijos!!!!
Queremos protegerlos de todo no verlos sufrir,y lo que dices ,apetece meterse en medio y defenderlos con uñas y dientes pero como bien has hecho vale más que ellos resuelvan sus conflictos y nuestro papel debe ser de apoyo,y que sepan que aunque se caigan siempre tendremos la mano tendida para recogerlos.
No obstante de todas las experiencia se aprende algo y seguro que tu hijo sale reforzado.

mOnTy @holasomos7 dijo...

Uff el seu dolor és el nostre..
Com m'agradaria que no patissin!
Ana, a mí també m'ha arribat a l'ànima aquest patiment de despreci del teu fill. Nosaltres, els pares, n'estic convençuda, els em d'ajudar a aprendre a estimar i a perdonar.

... pero no caure en boboísmes ni ells ni nosaltres. Donar-li proutes eines per a que agafi la que més li agradi i ells sols resolguin els conflictes. Sentit de l'humor i no manifestar el dolor del despreci davant l'agressor. PArlar amb ells i fer una mica el joc de rol primer el que passa i després como hauria de passar a mi m'ha ajudat molt i ha funcionat.
També m'ha servit repetir una i altra vegada, TU NO HO FARIES MAI, OI? No fa de tu! Sens dubte es fan forts!

Carme Sala dijo...

Cuánto te comprendo Ana; En mi caso, sólo hace falta cambiar la J, por una M, que le estuvo haciendo la vida imposible a mi hija el curso pasado.
Le coartaba sus amistades, y la criticaba en cuanto se atrevía a plantarle cara.
Era una amistad muy tóxica, y así se lo hice entender a mi hija, intentando hacerle ver que lo mejor sería distanciarse un poco de ella.
Tras mucho hablar, éste curso parece que lo ha conseguido y ahora nos sentimos mucho mejor. No intervinimos directamente y mi hija adoptó los recursos necesarios para alejarse de ella.

Siempre me plantee hablar con la madre de M, no para solucionar "nuestro" problema, sinó para dar pistas del comportamiento emocionalmente tan equivocado de su hija, y con intención de ayudar, pero no fui capaz de hacerlo.
Todavía hoy, pienso si debí haberlo contado.

Creo que tu lugar es el adecuado y que tu hijo tiene a tu lado todas las llaves para manejarse ante estas contrariedades. Aunque cómo mamás, nos duelan...

Una abrazo.

Dàmaris Garcia dijo...

Siento un tremento dolor al leerte todo este relato. Temo el día que le pase eso a mi hijo, ya que es muuy sensible. Da rabia no poder hacer nada, saber que lo mejor para él es que aprenda la lección y madure como persona, pero es que es taaaaaaan difícil. Amamos tanto a nuestros hijos que lo daríamos todo por ellos.
Espero que todo se solucione lo antes posible. Un abrazo a los dos.

Ana, princesa del guisante dijo...

*Pizpireta: sí, seguramente él sea más fuerte que yo, y por ser hombre, le dará muchísimas menos vueltas... Un abrazo

*Monty: només els podem acompanyar, però el camí l'han de fer ells. Una abraçada

*Mevamaleta: he hablado con él, y no ha pasado nada, y le he preguntado a la maestra, y ella no ha notado nada. Pasará, por suerte. Un petonet.

*Dámaris: lo que les duele a ellos, nos duele más aún a nosotros. Todos tenemos que hacer un callo, porque la vida es implacable... Un abrazo a ti también

tomae dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
tomae dijo...

... No sé Princesa Del, sin llegar a ocurrir , nos hemos planteado el que pasaría si... posiblemente estar en tu situación, aunque duele es preferible que la de los padres de J.(igual ni les duele) ¿podrías hablar con ellos? ... Un abrazo!

Ana, princesa del guisante dijo...

*Tomae: los padres no deben intervenir, son niños grandes. La madre de J es un poco bah, déjalo, intenté hablar con ella cuando tenían tres años y me mandó a la porra. Mejor dejarles a ellos.
En fin, un abrazo

Itsaso dijo...

Qué dificil es esto de ser madres, me pongo en tu situción y creo que le hubiera arrancado el pescuezo... no... supongo que me agunataría como tú y a esperar que aprenda algo de esto... El único consuelo que te queda es saber que tu hijo no es como J, sino un buen niño que el día de mañana será un buen hombre al que le sobran buenos amigos.

meloenvuelvepararegalo dijo...

El sufrimiento de madre no nos abandona nunca. Pero hay que pensar que ellos/as aprenderán a solucionar sus problemas, y nosotras tenemos que seguir como apoyo en lo que sea.
Ay! Princesa, un saludo para ti y Marlin,

Marina dijo...

¡A ver dónde está su tutora que no se entera!! le voy a dar un cate.

Cielo, es una mierda esto de ver las cosas desde lejos y no poder intervenir, pero.....¿Estás completamente segura de que no puedes hacer nada...por detrás, nada de nada? Yo soy de salir en defensa de mis retoños, pero, eso sí, sin que nadie, ni ellos mismos se den cuenta. ¿Cómo? Tú sabes como, seguro que lo sabes.

Un beso mi cielo y otro para Marlin, joer que niño más valiente.

Ana, princesa del guisante dijo...

*Itsaso: me lo llego a encontrar el sábado por la tarde, y lo mismo lo levanto un palmo del suelo tirándole del pelo.... Espero que Marlin sea un hombre de bien, en serio.

*Meloenvuelve: es tan difícil no hacer nada, como saber cuándo tienes que intervenir. De momento, quieta pará.

*Marina: laS tutoraS no suelen enterarse, y no lo tienen difícil, porque sólo son 15 críos en clase. De todos modos, Marlin es muy introvertido, y me ha costado hasta a mí darme cuenta de que le pasaba algo. Él es un chico valiente, y te aseguro que saldrá victorioso, porque sabe esperar. Cadad día nos dan una lección.

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