A veces, sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger.
No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces; y me enseñas a gritar a mí también.
Y... yo no quiero hacerlo.No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumple las promesas, buenas y malas.
Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo.
Si tú me haces sentirme mejor que los demás, alguien va a sufrir;
y si me haces sentirme peor que los demás, seré yo quien sufra.No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.
Déjame valerme por mí mismo.
Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti,
aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentirme mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el por qué lo hice.
A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estés equivocado en algo, admítelo, y crecerá la buena opinión que yo tengo de ti, y así me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos.
Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga una cosa si tu no la haces.
Yo aprenderé siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas.
Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.Cuando te cuente un problema mío,
no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia".
Trata de comprenderme y ayudarme.
A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.
Manuel Sánchez Monge
Extraído del libro "Parábolas como dardos"
8 comentarios:
Lo conozco. Es un papel desdoblado mil veces, en un cajón de mi estudio. Una lección simple y clara...e imprescindible para padres de niños, que llegan sin manual de instrucciones.
Besos princesa.
;-)
Parece tan simple y sencillo... y es una auténtica obra de arte, de saber dar y dar y dar...Gracias, Ana me ha ayudado.Besicos.
*Mevamaletademivida: te vas a los chinos, y por dos euros te compras un cacharro y te dan un libro de instrucciones de 60 páginas. Y los niños vienen sin manual y sin interruptor...
No me extraña que hayas guardado el papel, es un buen horizonte al que mirar.
Besos de ikeia ;-)
*Mariapi: Me asusto cuando tú, con tu experiencia, con el caminar de tu vida, y con la edad de tus hijos, sigas necesitando ayuda... Ay, cuánto que aprender, ¿no? ¿Cuándo te dan el título de madre? ¿Cuando te mueres? Besicos
A veces tenemos demasiada prisa para llegar a ninguna parte y nos perdemos el camino, en el tiempo de ese andadura es donde, si paramos un poco, les podemos mirar minuciosamente.
Ay... las prisas, esas que no nos dejan ver... ainsssss!!!
Un beso, y gracias por el pequeño tirón de orejas que es esta entrada... :))
*Ana: sí, yo también lo veo como un tirón de orejas, lo leo de vez en cuando para ponerme en mi lugar. Para no olvidarme de escuchar lo suficiente, de mandar lo justo, de querer sin comparar, de ayudar sin excederme... en fin, todo un reto. Besos
HOLA, NO SABES COMO ME HA EMOCIONADO LEER ESTA CARTA DEL NIÑO. ME LA DIERON EN UNA OCASIÓN Y NO SABES LO QUE NOS AYUDÓ CON NUESTRO HIJO.
DA GUSTO CUANDO DE REPENTE TE ENCUENTRAS CON COSAS COMO ESTAS PASEANDO POR INTERNET.
UN SALUDO !! POR SI OS GUSTA.
www.jeronandmo.blogspot.com
OS MANDO MI BLOG
Lo leí en alguna ocasión, y realmente pensé lo acertado que era.
Las personas, en general, no venimos con libro de instrucciones; a las adultas parece que con el tiempo las vayas conociendo, pero con los peques cuesta...
Buen papel para tener doblado en un cajón del estudio. Gracias,
*Jeron&MO: Acabo de pasar por tu blog, y me ha gustado mucho tu trabajo. REspecto a la carta, sí es impresionante. Bienvenida al castillo.
*Meloenvuelve: yo más que tenerlo doblado en un cajón lo dejaría más a mano... es realmente útil. Un abrazo
Publicar un comentario