Quienes me habéis acompañado fuera del castillo durante todos estos años ya sabéis, porque no hay nada más pesado que un autor en promoción, que he publicado y editado una novela.
La he titulado
La niña sobre la vía del tren, podéis abrir el enlace y comprarla (os mando una dedicatoria on line cuando lo deseéis).
Aquí estamos todos en familia y me apetece contaros algunos detalles inéditos. Preparaos un café, que la cosa tiene miga. El mío con sacarina y leche del tiempo, gracias.
¿Ya?
Bien, pues el café es uno de los hilos que os conducirán hasta el final de la novela. Porque en mi familia siempre hemos sido unos virtuosos de un tipo de café, concretamente del café venenoso. Así lo llamaba mi abuela, y es un guiño para ella en el libro que ella misma me animó a escribir. Sí, es una novela basada en hechos reales de mi familia y en ella cuento cosas muy íntimas y personales. Otras son fruto de la imaginación y, como comprenderéis, no voy a desvelar cuál es cuál, eso se lo dejo al lector.
Su título original era La niña, pero por cuestiones tecnológicas tuve que cambiarlo. Me gustaba que fuera sencillamente la niña, porque en realidad, hay más de una niña protagonista, diría que son tres. Madre, hija y nieta. Tres generaciones de mujeres marcadas por un hecho trágico acontecido años atrás. Al llamarlo La niña pretendía el lector decidiera cuál de ellas era la más importante y, aunque ninguna lo es más que la otra, ganó la niña sobre la vía del tren, a ella le dediqué el libro.
Considero que es imposible hacer un retrato de alguien sin considerar el mundo en el que vive, por ello traté de valorar la evolución del papel de la mujer en nuestro país, desde inicios del siglo XX hasta nuestros tiempos, un largo paseo en el tiempo.
La narración principal tiene lugar en el presente. Sucede a lo largo de una visita de domingo de Marisol en casa de su hija Sara. Carmen acaba de fallecer y, juntas, rememoran su vida, tratando de ordenar sus sentimientos respecto a ella.
... y hasta aquí puedo leer.
Y para finalizar, os cuento algo sobre la edición.
La editorial que publicó mis libros anteriores, La abuela necesita besitos y Magdalenas con problemas, cerró hace algunos años. Desde entonces, en incontables ocasiones me han pedido ejemplares de ambos libros, que están prácticamente agotados en todas partes... ni siquiera tengo suficientes para mis sobrinos. Por eso me decidí a reeditarlos, junto con mi novela, desde la firma Princesa del Guisante. Me parecía el mejor homenaje a este lugar que me ha dado tanto.
Gracias por estar siempre aquí. Si queréis estar actualizados sobre todos mis progresos,
Podéis seguirme en instagram @anabergua.autora o en twitter anaberguav
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