Resuena en mi corazón la presencia de las personas a quienes quiero, que han compartido mesa con nosotros, el pequeño clan de los Guisantes. Ha venido a ser un anticipo amable de la temida Navidad.
Yo fui durante algunos años, el mismísimo Espíritu de la Navidad. Preparaba el Belén (el de la foto es una curiosa forma de presentarlo que hallé en Lisboa) y el árbol con mucha antelación, y ponía de música de fondo el White Christmas de Bing Crosby
Pero yo tengo un sentimiento de la familia y de la amistad casi siciliano, y me cuesta mucho el desinterés de mi propia gente por vivir juntos esos días. Los primeros años algunos se sentían obligados a venir, y en cuanto el primer desertor reunió el valor suficiente para escaquearse, yo moría un poco por dentro. Al primero, le siguió el segundo, y el tercero. Como los abuelos se hacen mayores, y no pueden estar, por motivos de salud en la fiesta, los que quedan no tienen ánimo para reunirse. Yo me uniré al pelotón de mi familia adoptiva (me niego a utilizar la palabra política), y me colgaré del teléfono para vencer la nostalgia.
Me ata ya únicamente la ilusión de mis hijos. Ellos son la niña que fui, que cantaba villancicos con la firme convicción de que la Nochebuena era el mejor día del año, y que miraba con respetuosa incredulidad a aquellos que detestaban las Fiestas.
Mientras espero con ansias las liberadoras rebajas de enero que marcan el fin de la supercomercial Navidad, jugueteo con el nudo que tengo instalado en mi garganta desde hace algunos días. Y recito por lo bajinis El Camello cojito, para no olvidar lo bonito que era.
EL CAMELLO COJITO
(AUTO DE LOS REYES MAGOS)
El camello se pinchó
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.
Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino....
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su "Longinos".
-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va espeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.
(AUTO DE LOS REYES MAGOS)
El camello se pinchó
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.
Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino....
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su "Longinos".
-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va espeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.
14 comentarios:
Ana, No sabes cuánto te comprendo. Conozco esas "deserciones", no sé si decir esos "desamores", y sé cuánto duele el corazón, le quedan moratones sordos que aparecen estos días especialmente.
Pero yo he optado por redoblar los esfuerzos por celebrar, los que seguimos queriendo estar juntos para celebrar a Dios Niño...Un besote con sabor a turrón.
*Mariapi: mi voz se ha perdido en el vacío de los otros. Estoy cansada... Un beso de ponche de mi abuelo, con orejones, manzana, pasas e higos.
¡Ana, en casa también preparamos el ponche en Nochebuena, para tomarlo a la vuelta de la Misa de gallo...! Cuando éste año lo preparemos y lo degustemos me acordaré de ti y de tu tribu.
*Mariapi: gracias por acordarte, en serio, pero ¿tienes un tupper? ;-)
Yo también te entiendo. No comprendo la deserción navideña, al menos el 24-25 y el día de Reyes, quizás nochevieja es más para cada uno. Nosotros nos juntamos el nucleo duro: mi abuela, mis padres, mi hermano y nosotros pero ya no contamos con tios, primos...
Y el camello!!! teníamos una profe en el cole que le puso música cuando estábamos en 3º de EGB y era nuestro villancico navidad tras navidad. luego lo aprendió mi hermano y en mi casa es una tradición cantarla.
un besote de polvorón
Ana, tengo tupper y termo...intentaré pasarme para que lo pruebes, Preciosa-Princesa.
¡Y que sigue siendo!
El camello cojito, es un poema precioso. A mi todavía me encanta :-)
Con la Navidad a mi ahora me pasa lo que a ti, con una sola diferencia. La del desapego navideño, durante mucho tiempo, fui yo.
Luego con las niñas, parece que una revive su infancia y la ilusión de adornarlo todo.
Y luego, que yo dibujando Christmas casi todo el año tengo mucho más tiempo que los demás para prepararme! Me apunto la idea de éste Pesebre...me parece muy inspiradora!
Petonets pesolet!
*Rosa:lo que me molesta es que yo tengo que comprender que a los otros les cuesta demasiado sacrificio, pero los demás no entienden cómo me siento yo... un beso.
*Mariapi. te voy a hacer un monumento.....
*Mevamaleta: habrá sido como una especie de regañina divina... ¿no querías Naviades? Tazas de Navidades todo el año.... un petonet
Pesoletaaaaa. Reina... Creo que si no lo hubieras escrito, hubiéramos adivinado igualmente que tú impregnabas el hogar de espíritu navideño. Y con esa ilusión que le pones a todo.
Llegan las deserciones... "Me deprime la Navidad", dicen muchos. Otros "¿Por qué me he de reunir obligatoriamente en estas fechas?"...
Desde luego... si no saben lo que celebran...pues no me extraña. Si en la vida diaria no se pone ilusión por los demás... el día de Navidad no se puede improvisar. Navidad es El Nacimiento. Pobre Nacimiento. Viene cargado de tanto consumismo, de tanta comida... que se olvida Quién es el motivo que nos reúne alrededor de una mesa puesta con cariño, con detalles, con amor en definitiva...
Tengo una bola. Me he empapado de tu post. Gracias bonica. Te mando ¿sopa de galets?...
*Sunsi: Otro gallo nos cantaría si pudiéramos elegir la familia con la que queremos celebrar la Navidad, pero es la que toca.
En cuanto a la sopa de galets, creo que combina perfectamente con el ponche de vino de Mariapi :-)
yo ya hace ya unos años que celebro 2 Navidades paralelas. Una con los "políticos" en las que como, bebo e intercambio tiquets de igual valor...
Y otra en mi alma y corazón con mi gente: con la que está con un puñao de gestos, sonrisas y miradas cómplices.. y con la que no está con un diálogo incesante en mi cabeza y a la que a veces, sin querer, respondo en voz alta para sorpresa de los presentes ;-)
Sea como sea sigo amando la Navidad, seré ingenua, pero en ella se esconde un montón de magia...
Feliz Navidad Ana.
*N. Me temo que a mí me queda un poco para alcanzar ese equilibrio. Y para recuperar la magia. Un beso, y feliz Navidad, niña. No dejes el camino de baldosas amarillas.
Hola,
Hoy y desde mi trabajo, es la primera vez que entro en tu blog, aún no he mirado ni siquiera tu perfil, solo me he puesto a leer, y al leer esta entrada me he sentido como si hubieses visto mi interior por un agujerito, uff, hasta he llorado un poquito muy discretamente.
Es la primera Navidad que vivo con ninguna ilusión,pero tendré que obligarme esta tarde y sacar los adornos, porque tengo dos niños que la deben seguir viviendo con la misma ilusión que la he vivido yo hasta este año.
Besitos.
*Lidia: Querida, bienvenida al castillo. Te animo a que pongas los adornos, y desempolves la ilusión. De la mano de los niños todo es mucho más fácil. Un abrazo, y vuelve cuando quieras.
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