© de la imagen La meva maleta

martes, 30 de marzo de 2010

Hoy necesito creer que esta historia es cierta.


Veamos lo que trae el tiempo...


Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo:

-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.

-¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre - veamos lo que trae el tiempo...

A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.

-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho -. Nuestro caballo ha traído otro caballo.

-¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre - Veamos qué nos trae el tiempo.

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna.

-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho -. ¡Me he quebrado la pierna!

Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:

-¿Por qué le llamas desgracia? ¡Veamos lo que trae el tiempo!

El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni a la desgracia ni a la fortuna, valores definitivos, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si hay algo más...sea esto, malo o bueno.

La moraleja de este antiguo consejo chino es que la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en Dios, porque todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.....y quizás orientado a nuestra misión.

lunes, 29 de marzo de 2010

Mi Orbea azul cielo.

He amanecido con la maravillosa entrada que Ana del Hilo ha dejado en su blog. Casi he podido ponerme bajo su piel, con los delicados detalles de la tarde de marzo que describe, y de aquel par de ancianos acompañados por una incombustible BH de color granate.

Y al cerrar mis ojos, la he visto a ella, mi primera bicicleta, mi Orbi (la llamaba así), una bicicleta preciosa de color azul pastel. Era un capricho, en aquel mundo de BH rojas (Ana, no me extraña que recordaras cuando te compraron tu bici verde, en aquella marea roja era una extravagancia :-) No era igual que la de la foto de abajo, pero se le parecía mucho.


Recuerdo el día que la estrené en el sentido extenso de la palabra, porque lo primero que hice fue estrellarme contra un árbol y romperle el farito delantero. ¡¡Qué disgusto!! ¿recordáis aquellos faros que se iluminaban con la dinamo?. Pero daba igual.
Con ella recorrí campos y calles, en aquella niñez que no tenía tantos coches ni semáforos. Me hizo libre para ir a lugares mágicos, a recoger moras, a peinar cabelleras en los campos del maíz, a seguir el río que se formó aquél día que un camión cargado de cebollas rompió una tubería y el agua salía a borbotones, y se hizo un río en las calles de barro del pueblo de mis abuelos.

Con ella me sentía Bea de Verano azul, aunque mi amiga, que era un año mayor que yo, se pedía siempre ser Bea, y a mí me tocaba ser Desi. Aunque por dentro... por dentro yo tenía el poder, y con mi Orbea azul cielo podía ser quien yo quisiera.

Incluso si mi amiga y yo discutíamos, siempre me quedaba ella, como si de un fiel caballo se tratara. Nos íbamos las dos, mi Orbi y yo, a recorrer los rincones que me contaban mi propio silencio.

Qué bonito recuerdo has hecho salir de mí... Mi bicicleta azul cielo me enseño que si quieres, puedes ser quien tú quieras.

domingo, 28 de marzo de 2010

La energía de los niños



Yo no puedo con su marcha. No voy a decir que no me gustan los niños por tres razones: porque no es políticamente correcto, porque tengo dos de esos, y porque no sería verdad. Lo que me pasa es que no tengo mucha paciencia, y para colmo, cuando les oigo gritar, que es casi todo el tiempo, me asusto, así que pasar un día en casa con ellos es para morirse.

No me han quedado ni ganas de escribir una entrada muy larga. Mañana habrá más.

Ah, la colocación de las piezas en el tablero es obra de mi ejemplar pequeño de ser humano, que es un niño muy inquieto y movido, pero a la vez, muy perfeccionista, y le gusta colocar las cosas en el sitio bien. Va a cumplir 4 años en un par de meses, y no sé a quién habrá salido :-) Me llama la atención cómo ha escogido los cuadros blancos para las piezas negras.

Se acaba el fin de semana, empieza el cambio de hora, y las vacaciones del cole, hasta el miércoles de la semana próxima. Que Dios nos asista, a mí, y a mi suegra y a su hermana, que mañana lidiarán con 4 niños, 4, de 7, 3, 3, y 2 años...


viernes, 26 de marzo de 2010

¿Crées en las coincidencias?


Hace unas semanas empecé a ver en televisión una película que siempre me había llamado la atención, Quédate a mi lado. Con niños es prácticamente imposible ver una película entera, y mucho menos si es de las de llorar. Y con esta se llora mucho. Así que quedé a la mitad.

Hace una semana fui a la biblioteca, y allí, en la primera fila, vi la caja del DVD llamándome, así que pensé que podría sacar algún ratito y acabarla. En todo el fin de semana pasado, ni un minuto para la peli. Nada, habría que esperar.

Ayer, por fin, mientras planchaba, me la puse. Y tenía que llegarme precisamente esta semana.

Y pude hacer algo sanísimo, relativizar.

Os recomiendo la película, es una cura de humildad estupenda. Además, a las amantes del patchwork, salen unas cuantas colchas, incluso se la ve cosiendo a máquina... Y una curiosidad. En esta película, que es del año 1998 ya salen las colchas que ahora están en pleno auge aquí, en las que se utilizan fotografías impresas en tela para coserlas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cosas bonitas

Soy extremadamente positiva. Sé que de lo malo siempre hay algo bueno que obtener. Y ya llegan las cosas buenas... La primera, ver cómo estáis ahí. Vuestro apoyo, ver que el vaso puede estar medio lleno, en lugar de medio vacío. Una de vosotras me ha llenado de fuerza como quien hincha un balón de playa, otra me ha contado frivolidades que necesitaba más que el pan que me como, y de paso también me ha echado un cable, para lo que yo quiera.

Gracias a todo el mundo por acompañarme, y dejo una foto un poco más abajo, para alguien que me ha ofrecido su mano para lo que yo creyese menester, y se la he tomado. Esta cosa de los blogs es rara, pero útil, porque sin ellas jamás hubiese conocido a personas como tú, o como la otra tú, o reencontrado a la tú de más allá. Incluso alguna ha intentado esquivar la trampa que he puesto para que no comentarais nada, y se ha ido al otro blog a meter su cariñoso mensaje y levantarme del suelo.

Gracias, digo, por estar en ese lado extraño, pero agradable. Jamás lo hubiese imaginado....

Se me olvidaba, la foto, este gato está hecho con "semifil" que dicen aquí, y mira lo bonito que ha quedado. Un beso grande, como tú.



Y para despedirme, os presento a alguien muy especial. Es la Tilda primogénita de Mariapi,  que es muy modesta, pero yo le veo mucha mano de artista, y si no, fijaros en los detalles, esas sandalias, esos lazos, esa puntilla en todo el vestido... Me alegro de que te animases a hacerla, porque te ha quedado genial. Gracias por compartirla conmigo. Bueno, por eso y por todo, ya sabes.


Más dura será la caída

Cuando estás en la cumbre de tu vida, cuando lo tienes todo perfecto, cuando te parece que nada puede ir mejor, y aparece un cambio, por supuesto, ese cambio empeora la situación.


Aparecen nubarrones de tormenta en mi vida. Nada serio, mi empresa me obliga a desplazarme de mi casa unas semanas al año. La parte buena es que conservo mi trabajo, que ya es decir, en los tiempos que corren. Mi cruz: la nostalgia de la que hablaba hace apenas dos días en este mismo lugar. Me cuesta horrores sólo pensar que tendré que dejar a todos colgados. Veo la vida como en aquella película, Mi vida sin mi... cada cosa que hago pienso en los días en que no voy a poder hacerlas.

Es una situación triste, porque la única motivación que tiene la empresa es presionarnos para que nos vayamos, ahorrándose así una indemnización. Es legal, pero no es ético. Juegan con el hecho de que las personas necesitamos este trabajo para pagar nuestras hipotecas, y para criar a nuestros hijos.

Decía que es triste, pero no es trágico. Ayer me enteré del fallecimiento de la suegra de una querida amiga, y de que a una chica la despidieron, cortando sus alas con 25 añitos. Esto sí es trágico, lo mío sólo es un problema.

Esto es lo que hay y, cuanto antes levante la cabeza y asuma esta situación, mejor para mí y para todos los que me rodean.

Bueno, os cuento todo esto porque la alegría de la que hice ostentación el día que hablaba de la nostalgia, de repente ha quedado apagada. Sé que no tardará en volver, pero de momento estoy agarrándome al barco capeando el temporal. Como cada vez que pienso en esta situación se me entristece el alma, hoy no dejo opción a comentarios. Espero que comprendais que necesito pasar página...

Gracias

martes, 23 de marzo de 2010

Para haceros caer en la tentación

Esta es la mejor labor de la colección de Tilda para iniciarse. Así que os dejo el tutorial de las manzanas del libro Tilda Julehus para que no tengáis excusa (¿estabas intrigada Carme? pues tienes que saber que estaba preparándolo para ti, a ver si consigo que tu mamá caiga en esta dulce tentación).

Empiezo:

Escoger las telas. Yo opté por las rojitas y blancas. ¿Aúpa Atletic?


Doblar la tela derecho con derecho y en el revés, calcar el patrón  (solicitudes niponas, al mail, gracias). Con un rotulador soluble en agua, o bien con el Pilot Frixion, que desaparece con el calor.


Este es el momento de añadir algún detalle, si lo deseáis. A la manzana blanca, que estaba bastante sosa le añadí unos parches, que apliqué con festón. Cuidado, el detalle tiene que quedar en el derecho de la tela

Como necesité un poquito de plancha para calcar, se me borró parte del dibujo. Si pasa, volver a calcar.



Si no queréis aplicaciones es todavía más rápido. Sólo hay que copiar el dibujo, y coserlo. Cinco minutos mal contados.


En la imagen anterior podéis observar todas las telitas con su manzana lista para pasar por la máquina:


Coser el contorno con una puntada pequeñita (muy aconsejable, yo hago las costuras de apenas 1 mm, para que quede mejor acabado), y con hilo e un color similar. Luego, recortar a dos o tres mm de la costura la tela sobrante, y recordad que hay que hacer un cortecito en las partes cóncavas para que al girar la tela no quede arrugada.


Dar la vuelta a las manzanitas y planchar.



Ahora hay que rellenarlas con floca, guata, o como quiera que le llaméis vosotras al relleno esponjoso. Lo que sí hay que cuidar es que queden apretaditas, luego lucen mejor.




En esta imagen podéis verlas ya rellenas, parecen unos pimientos del piquillo o unos calamares rellenos :-)


Yo he hecho 6 porque eran los colores que me apetecían, pero son tan fáciles de hacer que una vez cosí 18 de una sentada, es una labor muy rápida.

Ahora toca acabar la manzana. El patrón, en la parte superior, tiene una línea perpendicular a la manzana. Hay que coser un frunce en esa línea, introducir hacia adentro la tela sobrante e ir tirando de él hasta cerrar por completo la abertura superior. Necesitaréis una aguja bastante larga para "achatar" la manzana en el paso posterior a este.

 

Luego mantener bien tenso el hilo y rematar. Cerrar totalmente la abertura cosiendola bien:


Sin cortar el hilo, atravesar la manzana longitudinalmente, hasta lo que sería propiamente dicho, el culo de la manzana, con perdón.


Clavar la aguja a unos tres milímetros del lugar por el que hemos salido con la aguja, y volver al centro.


Tirar bien del hilo para que la manzana queda achatada, y se obtiene una manzana sin palito.


Pero nosotras queremos palito. Yo utilizo palillos de brocheta, de los de madera. Los pinto con rotulador marrón o negro

 

Los corto a la medida que me gusta (proporcional al tamaño de la manzana), unto la punta (afilada mejor) en un poco de cola blanca, y los clavo en el agujerito que queda en la costura de las manzanas. La cola blanca al secar queda transparente, pero cuidado, a veces hace que el color que habéis pintado con el rotulador manche la tela.



Y el resultado es este




Una manzana tentadora, que parece más inofensiva si se arrima a estas otras:



Upss

Parece que ha habido una pequeña intromisión en nuestra cestita de manzanas, ¿qué tiene la manzana roja? Vamos a verlo de cerca.




Parece que alguien sí va a disfrutar de este manjar ;-)

Os animo a hacer esta labor, fácil, y bonita. El gusanito lo podeis obviar, era un juego para con vosotras, os imaginaba concentradas en el tutorial y pensé que os vendría bien una bromita...

domingo, 21 de marzo de 2010

La nostalgia en mi equipaje (editada)

Me considero una persona alegre. Sonrío a menudo, por mero afán de proporcionar felicidad a quienes me rodean, porque sus sonrisas son mi mejor regalo.
Me gusta reír, cantar, escuchar música alegre, y leer libros con finales felices. Y que haya tranquilidad, y también silencio, manjar difícil de conseguir con dos niños pequeños.
Me gusta compartir una tarde con una amiga, aunque suelo tener que conformarme con un café, o con una llamada de teléfono.
Siempre tengo tiempo para todo el mundo, porque mi tiempo lo reparto entre los demás. Y cuanto más vacío mi vida en mi gente, más llena me siento.

No, no soy ninguna boba, no me gusta que nadie abuse de mi afecto y se aproveche de mi bondad, y me agrada, como es natural, recibir las dosis de cariño que sé que merezco. Cuando alguien me hiere de forma severa, me resulta casi imposible hacer borrón y cuenta nueva, aunque me cuesta mucho, mucho, mucho enfadarme de veras. Y para colmo de mis desgracias, tengo nula capacidad de rencor y de venganza.
Me gusta que mi hogar, mi blog, o mi persona, sean lugares en los que las visitas se sientan a gusto. Y casi nadie sale de mi casa con las manos vacías, porque mi compañero de fatigas es todavía más generoso que yo.

Sin embargo, llevo un lastre en mi equipaje, la nostalgia.
Mis alas siempre se han quedado un poco pequeñas por culpa de mis dificultades para separarme de mis seres queridos. Cada amigo que quedó en el pasado ha dejado en mí  una huella indeleble. Esa soy yo, limitada y pequeña. Pequeña porque he necesitado nutrirme de vuestra compañía para llegar hasta aquí.

Soy quien soy porque un día compartí piso con Blanche, mi hermana (cuánto hemos vivido juntas, eh, niña), con Dorothy (que espero lea algún día este blog), Rose y la jefa. Luego me fui, por cabezota, a otro lugar en el que no estuve a gusto, pero que me enseñó que no se puede ser una niña caprichosa toda la vida, y tuve, para compensar, y por fortuna muy buenos vecinos, que fueron en su día casi hermanos, Cris, Mer, María y otros (hola Luiggi, sé que eres seguidor, no sé si sueles leer el blog).  Y luego vinieron Ana, y su hermana, junto con otra chica con la que convivíamos.

Ay, Ana, escribo todo esto por tu comentario de ayer. Hubiera dado mi castillo y mi reino entero por estar a vuestro lado ese ratito en que hablábais de mí y recuperar, no solo vuestra compañía sino también un poquito de aquel tiempo que se fue.

Los tiempos de universidad los pasé añorando a mi chico. Ya entonces sabía que era el bueno, de hecho, me lo quedé para siempre. Pero en cuanto en cuanto empecé a meter mis cosas dentro de mi última maleta, supe que en mi corazón vivirían por siempre vuestras huellas, y que debería aprender a vivir por siempre con esa añoranza sangrándome por dentro. Porque quise mucho, a todas (hubo pocos ellos, fuisteis mayoría chicas). Y el destino quiso jugar conmigo un poquito, y os eligió para mí de lugares bien lejanos: León, Bilbao, Cartagena, Castellón, Galicia...

Hasta hace algunos días sólo mantenía contacto con Blanche, que siempre ha estado lejos, pero cerquita gracias al correo, el correo de toda la vida, quiero decir, y el teléfono.
Agradezco siempre a internet haber burlado esa distancia física, y facilitarme que pueda estar en contacto, al menos, por escrito con algunas de las personas de aquel tiempo.

Pero muero por un abrazo de cada una de vosotras, por tocar vuestras manos, por ver como rizáis el rizo de vuestro pelo, por ver como os tocáis los pellejitos de las uñas, por ver qué modelo de gafas habéis escogido, por ver como los años han embellecido vuestra piel. Espero que tengamos la oportunidad de hacer ese abrazo realidad.



Esta imagen la encontré hace casi 7 años. En cuanto la vi, un escalofrío recorrió mi espalda, y ciñó el cinturón de la nostalgia dos agujeritos más. La conservé con la esperanza de poder cmpartirla contigo, y hoy es el día.

Nota: Se confirma que Luiggi es seguidor de este blog, de lo cual me alegro muchísimo. Lo que no sé si podré perdonarte es que me impulsaras a ser más fan de Sabina... en fin, algún defecto teníamos que tener :-)

sábado, 20 de marzo de 2010

Ritual

Tengo ganas de empezar una otra labor. Me gusta la sensación de estreno, el proceso de escoger los patrones, las telas, la plancha (esta, curiosamente, no da pereza), las primeras puntadas, escoger las cintas y encajes para complementar. Es casi como estrenar una libreta y un lapicero nuevo.
Soy una amante de los rituales, y este es uno de los que prefiero. Será por esta razón que sólo la semana pasada empecé 6 camisetas, 6, y otra labor que guardo como sorpresa para una entrada la próxima semana. Y como soy ligeramente inquieta (¡Ja!) ya estoy pensando en la labor que empezaré cuando acabe con ella.



 
A las que os habéis interesado por la salud del menor de mis hijos, deciros que está bien. Un poco de fiebre aquí, un pañuelo allá, tus tus tus tus, y mejorando. Lo peor es que el tratamiento con el inhalador le sobreexcita.... y al angelito solo le faltaba eso. Por si alguno dudaba de su "brutez", aquí una foto del domingo pasado, comiendo carne, mi bebé.



viernes, 19 de marzo de 2010

Día de

Me fastidian las campañas del día de... porque sé que son una mera estrategia comercial. Claro que, como excusa para acordarnos de los padres, de las madres, o de los abuelos, no están tan mal. Y como excusa para alegrar la vista con dibujos como los de la artista de la maleta, pues mejor aún.


Nosotros hemos felicitado ya a papá. Mi hijo pequeño, concretamente, lo ha estado felicitando toda la noche con una bronquitis, tose que toserás.



Por mi parte yo me siento muy afortunada, porque además de mi padre, el fetén, el que me tenía maravillada por sus brazos fuertes, su piel tostada por el sol, y por cómo era capaz de teclear su calculadora a toda velocidad, y que hoy día se asusta un poco por el hecho de ser abuelo. Además, decía, la vida me ha bendecido con un tío de adopción, que es el de mi marido, que también ejerce como padre, cuidando de mí y de los míos, el que siempre está al otro lado del teléfono cuando necesito cosas tan inverosímiles como una calabacita de su huerto, o aire para que mi bicicleta pueda volar. Sin haber podido cuidar de la descendencia que la naturaleza le arrebató, ha hecho las veces de padre, tío, abuelo, hermano mayor y, si me apuras, de papá Noel, de una horda de sobrinos. Para él, también hay felicitaciones hoy.

jueves, 18 de marzo de 2010

Se acerca

Se acerca la primavera.

Lo dice el sonido de la vida en el jardín.

Y las prematuras mangas cortas.

Y el olor de hierba templada por el sol.

Y los ojos enrojecidos.

Y el abrigo dormido en el armario.

Y la luz robada a la noche.

Y las tardes de parque y columpios.


Se acerca la primavera.

Lo dicen los paseos lentos por las calles.

Y la mirada perdida del nostálgico.

Y los gritos de los niños en el patio.

Y las ramas de los árboles preñadas de promesas.

Y tu mano cosida a la mía.


Se acerca la primavera.

Acabo de visitar el blog de Marina. Nunca sabré escribir poesía como ella. Ni en primavera.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Masculino plural

Hace algún tiempo, casi al estrenar este blog, comentaba que en mi casa, por ser ellos mayoría, me sentía obligada a potenciar el lado femenino. Contra lo que no puedo luchar es con el tema de la ropa, por razones evidentes. Así, en mi casa, nada de camisetas de Hello Kitty (bueno, lo admito, yo tengo una :-).

Buscar una alternativa para el peque, que tiene casi 4 añitos, es bastante fácil: se recurre a Disney y ya está. Pero el mayor, que tiene 7 y medio, es muchísimo más difícil.

A él sé que le gustan todos los dibujitos de niño pequeño pero no puede admitirlo. Así que tengo que hacer equilibrios entre el ni sí, ni no, sino todo lo contrario de la misteriosa edad entre los 7 y los 45 años...



Fue de gran utilidad que Anna de
Punts i Draps, me ayudara a encontrar estas divertidas telas de monstruos. Al fin y al cabo, un monstruo tiene la edad más o menos indefinida, a los pequeños les da miedo, y a los mayores, risa. Uff, ¡menudo alivio!


El resultado son estas dos camisetas, que a mi parecer han quedado simpáticas, aunque jamás serán como las de la gatita nipona, *ay*.

martes, 16 de marzo de 2010

Sombra aquí, sombra allá


Supongo que habréis notado algún cambio en el blog... Os cuento la historia, porque es, como poco, sorprendente.


Hace algo más de un mes, tropecé con el blog La meva maleta. Con verlo podéis entender que quedé encandilada por la dulzura de su estilo, y por la inteligencia que se percibe en este tratamiento, casi de comic, de sus líneas. Perfecto equilibrio entre la vista y la mente, entre lo que se siente, y lo que se piensa. No hay más que ver el autorretrato de la autora.


Coincidió por aquellos días que yo buscaba a mi otra yo por la blogosfera, pero todas las princesas del guisante tenían dueño, y claro, era complicado acceder a ellas. Ni corta ni perezosa (últimamente funciono bastante instintivamente), le pedí a Carme si ella tenía alguna princesa que pudiera prestarme. Me contestó de forma educada y generosa que no, que no la tenía, pero que le gustaba, y que si algún día se animaba a hacer una, que ya me diría algo.


Pocos días después, y por algo que no viene al caso, volví a llamar a su puerta, y así, con el rugir de nuestas vidas de fondo (y el cacareo de nuestras voces, dicho sea de paso, que nos hemos juntado dos cotorras), hemos ido tejiendo una amistad que tiene pinta de ser de las auténticas.


Carme, ésta es la princesa del guisante más bonita que jamás hubiera imaginado. Yo nunca empecé las camisetas de tus niñas en espera de nada a cambio, nunca espero nada. Por eso, cuando me llega algo, unas palabras amables, un dibujo (bueno, esto es más que un dibujo, eh), un mensaje al móvil, lo que sea, lo recibo con la ilusión de la niña que no he dejado de ser. Y ahora estoy tan feliz, como una niña con zapatos nuevos.
Gracias de todo corazón... i molts "bisitos"

No te detengas


NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Walt Whitman
(1819-1892)
Por casualidad tropecé un día con una exposición de cuadros que me sorprendió. Desde lejos, se apreciaba apenas una mancha, una textura sobre un fondo de color, y unas manchas que parecían letras, porque lo eran. De más cerca me llamó la atención este texto, que resultó ser una poesía de Walt Whitman. La artista que creó estas obras se llama Montse Farré, puedes visitar su blog. Tiene un gusto exquisito. Suele combinar textos de gran sensibilidad con una estética de delicada pureza.

lunes, 15 de marzo de 2010

Dulces sueños

He hecho un pequeño regalo a unas personas muy especiales. Por lo visto entre la 1 y las 4 de la madrugada se secreta una hormona que favorece el depósito de calcio en los huesos, y que este efecto, en las personas que trabajan de noche, sólo se puede lograr con un sueño de calidad, con óptimas condiciones de oscuridad.
El programa de radio Es amor se emite a partir de la medianoche, y hasta las 3, así que pensé que Ayanta, Eva e Isaac, necesitaban ayuda para conseguir esta oscuridad y que estos antifaces podrían ayudarles.

Esta es una labor muy humilde al lado de la que ellos realizan. Este programa es un refugio para muchas personas de largas noches solitarias, además de un concurso de cartas de amor, de un espacio en el que aprender sobre libros, música, películas, cantantes, actores,...

Parecía justo pues, que ya que ellos hacen agradables las noches de muchas personas, alguien tratara de hacer las suyas un poco más agradables también.


domingo, 14 de marzo de 2010

sábado, 13 de marzo de 2010

... y la respuesta es SÍ


En la entrada de ayer me preguntaba si es que nuestros hijos se nos parecen.

Tengo la respuesta. Esta tarde estábamos arreglándonos para salir. Mientras me secaba el pelo he aprovechado que tenía cerca el ordenador para bajar el correo electrónico.

Cuando he terminado he ido a supervisar a mi hijo de 7 años, al que le había dejado la ropa preparada. Le he pillado in fraganti, escribiendo no sé qué en su libreta, con un calcetín puesto y el otro no. Y le he dicho... "¡¡Se puede saber por qué no haces el favor de acabar de vestirte primero y ya escribirás después...." y me he visto a mí misma cinco minutos antes, cuando me secaba el pelo con una mano, y respondia a un email con otra.
De tal palo tal astilla. O, como dice mi madre, "Els testos s'assemblen a les olles, si no pels dins, pels afores".

jueves, 11 de marzo de 2010

¿Se nos parecen nuestros hijos?



Leía hace un ratito la desesperación de Ana con su hija, porque es de la clase de niños especiales, con una enorme luna en su cabeza. Ella lo explica muchísimo mejor aquí, así que me ahorraré el esfuerzo de sintetizarlo.

En mi comentario le contaba que yo también soy propietaria de un ejemplar de esos, permanentemente establecidos en la luna, con una inteligencia suficiente como para quedarse admirado, pero al que le cuesta centrarse en los cánones que le dictan los libros de texto.

Leyendo, releyendo... Ana, ¿será que esa imagen especular que un día encontramos tu y yo entre nosotras, la habrán heredado nuestros hijos? ¿Será que nosotras fuimos niñas de cabeza de luna?

Como quiera que sea, habrá que luchar para que nuestros cachorritos JAMÁS vean atractivo entre ellos... ¿imaginas la carga genética lunática de su descendencia? ¡¡¡jesús!!! jajaja
Te mando un cariñoso beso. Y recuerda paciencia, paciencia, paciencia, y por mi parte, empezar a ilustrarme en ese método Coué del que hablas.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Blanche

Ahora que sé que me leen tus enormes ojos verdes voy a esforzarme aún más para contar cosas bonitas, porque tu inmensa bondad requiere ser tratada con mimo y delicadeza.



Cuánto camino recorrido... Nos conocimos cuando apenas eramos un par de jovencillas de alas quebradas; hoy no sólo volamos, sino que bajo esas ya sanadas alas arrullamos a unos niños preciosos que nos recuerdan que la lucha continúa.


Tu esencia sigue siendo la misma de aquellos días, ¡cómo envidio tu capacidad de ilusionarte por todo lo que observas! Y me encanta tu chispa, tu habilidad para convertir los problemas en situaciones casi cómicas. Y tu constancia, tu tesón, tu entrega a los tuyos y tus ganas de vivir. Ni siquiera te siento lejos, a pesar de la distancia física que nos separa. Espero que este espacio sirva para acercarnos todavía más, así que bienvenida al castillo, espero que te diviertas.


Te dedico esta SUGERENCIA:

¿Con qué he ocupado últimamente mi tiempo entre costuras? Pues precisamente con eso, con El tiempo entre costuras, de María Dueñas. Una NOVELA, de las que últimamente cuesta encontrar. De las que hacen viajar, soñar, sufrir, amar, odiar. Que crea adicción desde la página uno hasta el punto final, más de 620 páginas después. Agradezco a Ayanta Barilli la recomendación. Ciertamente, ha merecido la pena.



La mesa sobre la que reposa la novela fue algún día la máquina de coser de mi bisabuela, y seguro que con ella también aprendió a coser mi abuela. Hoy me acompaña en mi rincón de lectura.


martes, 9 de marzo de 2010

Jane



Después de unos cuantos días de trabajo, casi siempre agradable, aunque algunos de los que leéis este blog no podáis creerlo, ha nacido mi segunda Tilda Jane Austen. Os dejé con el vestido cosido al cuerpo de la muñeca, justo en el post anterior.

Durante el proceso de creación del vestido y de la muñeca había puesto alfileres en el lugar donde tienen que ir los ojos, para saber cuál era la parte delantera. Estos alfileres se retiran, y vuelven a colocarse cuando ya esté hecho el peinado.

El siguiente paso consiste en convertir a Tilda en Frankenstein, de la siguiente forma.



La lana que he utilizado esta vez no es de la colección Tilda (sí la utilicé en las primeras que hice). Esta vez sólo pude conseguir una lana tipo astracán (me parece que se llama así), que visto el resultado, volveré a utilizar en más ocasiones. Me gusta especialmente porque el color no es uniforme sino que hace un leve degradado, que le da un tono más "natural".
Sobre los alfileres voy haciendo capas de pelo. Empiezo por la parte posterior de la cabeza, un par de vueltas.

Luego hago el pelo del nacimiento del cabello, y lo fijo con otro alfiler.


Y a partir de ahora voy rellenando los espacios entre el cogote y la frente con unas cuantas capas de lana, de forma que se vayan rellenando los espacios, y fijándolo con alfileres para que no se muevan las mechitas.


Hay que ir rellenando todos los huecos, de forma que no se vea nada de tejido



Aquí se ve como quedará por delante


Y en esta foto se ve ya la cabeza completamente llena.



Ahora hay que coser la lana para evitar que se mueva. Yo he utilizado hilo de acolchar, porque era el único que tenía con el color igual del pelo... y lo cierto es que me vino fenomenal, porque quedó bien sujeto. En primer lugar se cose la línea media del pelo, como si le hiciésemos la raya en medio.

A medida que se va cosiendo hay que quitar los alfileres.


Luego se quitan los alfileres de Frankenstein de los laterales, y se cosen los moños, dándoles forma con puntadas de arriba a abajo y de delante hacia atrás.



Las fotos no reflejan muy bien como quedan los moños, esta es la visión posterior.


Luego decorar las coletas con lo que tengáis a mano. Yo no tenía más que un trocito del encaje del vestido, y lo cierto es que me encanta cómo me han quedado los lazos que hice con el encaje:

Siguiente paso: policromías variadas. Existen en el mercado unos kits de pintura ca-ri-si-mos de Tilda. Yo compré un botecito de pintura para tela de color marrón, que me costó 3 euros. Luego me fui a los chinos y compré estos dos kits de maquillaje creo que por un euro los dos. Y sirven igual.
Como podéis ver abajo, le he puesto un par de alfileres a Tilda en el lugar de los ojos, para que queden centrados.


Con la cabeza de otro alfiler, mojo en el taponcito de la pintura, y obtengo así un molde perfectamente redondo para hacer un ojo:


Retiro el otro alfiler y pinto el otro ojo.


Con un algodoncito le aplico colorete.


Y aquí está, ella, la inconfundible, la bella entre las bellas, la que no se equivoca (no tiene boca), TILDA en su versión Jane Austen


Que lo disfrutéis.
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Por favor,

Si algo de lo que expongo aquí te molesta, te pertenece, o habla de ti y quieres que lo borre, tan solo tienes que pedírmelo. Nunca quise ofenderte, ni plagiarte, ni molestarte...
Este es un espacio de libertad y, sobre todo, de respeto.