© de la imagen La meva maleta

jueves, 17 de junio de 2010

Citando a Laura Esquivel

Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza, como quien dice, se pica, y ya no puede parar. No sé si a ustedes les ha pasado pero a mí la mera verdad sí. Infinidad de veces.

Como agua para chocolate.




No os apresuréis a escribir palabras de consuelo. No, no, no necesito un aluvión de comentarios de cariño para hacerme dejar de llorar; podéis dejarlos por escrito si os apetece, los leeré igual con todo mi corazón, pero ya pasó. Ahora ya estoy bien.

Ayer, cuando leí que había hecho saltar lágrimas a Mariapi, me di cuenta de que mi lacrimoso post era realmente triste. Y por mi propia lástima, y por solidaridad, yo también lloré. Al principio, un puñado de lágrimas contenidas tras mis lentes, que traté de disimular. Y durante toda la tarde, en mitad de mis actividades como madre, traslados a conservatorios, compras en supermercados, y contacto con demás seres mortales, también.

Pero una cebolla fue pelada en mi presencia. En realidad, fue un error que cometí al interpretar los horarios de los exámenes de música de Marlin. Llegué como pude al coche, y empecé a llorar de forma inconsolable durante más de una hora. Por supuesto, no lloraba sólo por el error del examen, sino por el nudito en mi garganta. Lloré mientras descargaba la compra, mientras preparaba la cena, e incluso después de intentar cenar.

El antídoto de mi tristeza fue mi Carme de la Maleta, que, con un precioso regalo en mi correo electrónico contribuyó a calmar mi llanto.

Con todo, la verdad es que llorar con ganas, no es tan mala terapia. Hoy me he levantado con los ojos enrojecidos, pero con el espíritu fuerte y el alma limpia. Como si con esas lágrimas se hubieran espantado algunos de los fantasmas que me acechaban. Hoy, con el maquillaje de nuevo en su sitio, el pecho henchido y una buena tirita en el corazón, me presento ante vosotros para daros las gracias por estar al otro lado siempre. Y para decirle al mundo que no va a poder conmigo.

14 comentarios:

Carme Sala dijo...

Es cierto, llorar, no es tan mala terapia. Es como quitar un tapón soltando todo el gas que te oprimía la garganta.
Me alegro haber contribuido a aliviar tu pena, aunque fuese sin saberlo. Gracias a ti por mencionarlo...ojalá siempre costara tan poco aliviar las penas a alguien.

Un abrazo muy fuerte, estoy aquí a tu lado.
Muy cerca.
;-)

Pizpireta dijo...

LLorar con ganas es una buena via de escape,la sensanción posterior es como bien defines de limpieza y fuerza,como un buen baño que te hace sentirte más fresco y limpio.
Además creo que tu fuerza y ánimo es importante para poder transmitirselo a esa persona tan especial que pasa por momentos tan duros.
Que mañana salga todo bien o al menos poco mal.

Mariapi dijo...

Ana,recuerdo esa escena de la película. Es verdad, a veces empezamos a llorar por lo más insospechado, y no podemos frenar en medio de una pendiente... llorar descarga, es una vía de destapar el alma.
Si te han servido, bienvenidas lágrimas.

Mañana ahí estaremos, en todos los campos de batalla.

Un abrazo, amiga.

lolo dijo...

Ana, quiero mandarte un empujoncito de ánimo. He leído hoy las dos entradas. Creo que lo estás haciendo muy bien y que tus lágrimas son la fortaleza y el cariño que has regalado a tu amiga... vuelven como el agua a su sitio, no? Se me ocurre. Me acordaré. Un abrazo.

MadreYMas dijo...

Ana, me encanta que alguien crea, como yo, que llorar no sólo no es malo, sino que ayuda.
Gracias por este regalo sincero.
Y mucho ánimo.

tomae dijo...

¿ no habia un remedio para no llorar?

... con la cebolla.

Bss!

blanche dijo...

Creo que todos hemos sentido esa neesidad de quitarnos el nudo de la garganta llorando,desahogarnos.Ojala hubiera estado contigo para contarte alguna cosa graciosa y cambiar el llanto por risa.Piensa en POSITIVO (siempre has sido una persona muy optimista)que las cosas seguro que mejoran.

Ana, princesa del guisante dijo...

*Mevamaletademivida: No tengo muchas posibilidades de construirte el monumento que te mereces. Dices que tal vez una biblioteca con tu nombre. ¿Te serviría una dedicatoria en un post de un humilde blog plagado de guisantes? Un beso, un abrazo, un pellizco y te invito a un poco de tarta de esa tan ligerita :-))

*Pizpireta: gracias por tus deseos. Ha sido una semana bastante espantosa, con colofón final. Espero que sean los últimos coletazos de una extraña conjunción astral, o algo así... Besos

*Mariapi: Mi superguisante ha encontrado una vela que compramos en el Pilar y no llegamos a utilizar. Mañana será su último día en este mundo... Besos grandes (y sí te siento cerquita)

*Lolo: poco puedo hacer. Si tiene que arrastrarme la marea, puedo luchar hasta dónde me alcanzan las fuerzas, pero no más allá. Ahora, dejarse llevar. Y rezar. Gracias por pasarte por el castillo.

*MadreyMas. Ayuda, hay que hacerlo. Para poder ver más claro. Besos.

*Tomae: sí, según la novela, decía "les sugiero ponerse un pedazo de cebolla en la mollera". Pero yo, la mera verdad, es que me niego. Si hay que llorar, se llora. Un abrazo

*Blanche: ser optimista nos salva de que esas lágrimas se conviertan en un mar que nos inunde por dentro. A mí también me gustaría tenerte cerca. Jo. Bss

Ana, princesa del guisante dijo...

***NOTA: os aseguro que he recibido un mensaje por correo electrónico con un comentario de mi amiga Blanche, por eso le respondo. Ahora no sale en pantalla, lo pego aquí.

Blanche:
Creo que todos hemos sentido esa neesidad de quitarnos el nudo de la garganta llorando,desahogarnos.Ojala hubiera estado contigo para contarte alguna cosa graciosa y cambiar el llanto por risa.Piensa en POSITIVO (siempre has sido una persona muy optimista)que las cosas seguro que mejoran.

ana dijo...

Ani... estos días no he estado por aquí... ni por allí... no sé muy bien ni dónde he estado. Sólo me recuerdo corriendo...

... y ahora que te leo, es como si me hubiera puesto cebolla aquí al lado. Te he leído de cabo a rabo; y estoy ahí. A vuestro lado.

Me emociona el recuerdo de aquel tiempo... en aquella ciudad, en aquel piso que compartimos.
Y me emociona tu presente, porque no es fácil, nada fácil. Agarrémonos a la Esperanza.

Como tú muy bien dices:llorar con ganas, no es mala terapia. Y yo a esto me apunto muy fácilmente... antes de que me inviten, incluso. No lo puedo evitar...

Un abrazo intenso.

Anónimo dijo...

Que bom que você esta de volta, com certeza um pouco diferente, isto faz parte do jogo da vida. Beijos

Ana, princesa del guisante dijo...

*Ana: ¡¡la dichosa sensación del Corre-corre!!. Cuando uno está en el lugar que le corresponde, eso es una bendición. Y tu lugar estaba siendo ocupado por ti. Y ahora también estás en el castillo, haciendo de palillo conmigo.
Dichosa cebolla.
Gracias por ese abrazo. Otro para ti

*MAriacininha: el "jogo de la vida". Sí, reír y llorar, las dos caras de la moneda de la vida. Un juego nada más. Y nosotros pasamos por ella. Beijos para ti también

MadreYMas dijo...

Hoy es mañana.
Y bien?

Ana, princesa del guisante dijo...

*MadreyMas. Hoy es ahora. No lo sé. Pero gracias. Besos

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