Javier, visitante ocasional del Castillo y buen amigo, despedía ayer a su madre. Él, con su gusto exquisito para las palabras, escogió éstas, de Santa Teresa de Jesús, para ella.
Quiero compartirlas con vosotros.
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa;Dios no se muda
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta
solo Dios basta.
Ayer lo llevaba bien. Hasta que vi a mi amiga llorar, y se acabó la compostura. Ella lloraba por Javier, por su madre, pero, sobre todo, por ella misma.
Porque no quiere un funeral para ella, porque le da miedo el quirófano que no puede evitar. Porque no le gusta lo que le van a hacer, porque no quiere estar de baja, porque no lo merece. Por sus tres hijos adolescentes, por su marido. Lloraba incluso por sus amigos, nosotros, por lo que sabe que nos hará sufrir. Porque no quiere estar enferma. Vi tanta tristeza en sus ojos, sus ojos azules, que tuve que llorar. Por ella, sólo por ella.
Y por mi amigo Javier, que todavía no sabe cuánto va a echar de menos a su madre, y a su amiga, mi amiga, que va a estar de baja y no estará cerca de él para consolar su tristeza.
Y por mi amigo Javier, que todavía no sabe cuánto va a echar de menos a su madre, y a su amiga, mi amiga, que va a estar de baja y no estará cerca de él para consolar su tristeza.
Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta.
Necesito que también lo crean ellos. Necesito creerlo.
12 comentarios:
Ana, llorar con el dolor ajeno es un modo maravilloso de rezar. Para recordarnos estas impresinantes palabras que hoy nos has dejado: "Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta".
Gracias, un beso enorme.
Abrazos. Os tenéis los unos a los otros. Reconforta.
*Mariapi: había también dolor propio, en mis lágrimas... es cierto, es un modo de rezar. La oración que eligió fue el Bendita sea tu pureza... "no me dejes, Madre mía".
Gracias a ti. Besos grandes
*Mónica: sí reconforta. La palabra, el abrazo, el saber que hay alguien al otro lado.. sana el alma. Un abrazo para ti.
Me parece preciosa, la imagen que has elegido para ilustrar tu entrada. El abrazo, de todos los que acompañan en el dolor, con los que buscan consuelo.
No te duela llorar. Las làgrimas, si son sinceras acompañan tanto como las palabras.
Besos
*Mevamaleta: la imagen la he tomado prestada a algun lugar de internet. Mi criterio de búsqueda en Sangoogle fue "amistad". No se puede decir mejor, ¿verdad?
Yo lloraría muy a gusto si no me vieran... en fin. Besos
Me has dejado un nudo. Un abrazo muy fuerte... la vida a veces tiene unos tramos de pura traición y soledad.
Un beso.
*Ana: el nudo... el dichoso nudo. La vida es complicada, porque mientras lloras, y alguien muere, alguien nace, y alguien ríe al mismo tiempo.
Besos, nena, y a repetirlo hasta quedar afónica
quien a Dios tiene
nada le falta
solo Dios basta.
Ana, soy tan patosa en estas situaciones, mejor el silencio y la compañía.
Solo Dios basta y de vez en cuando, como Sto.Tomás, necesitamos un poco más...
Un abrazo fuerte
Estafrase la senti no hace mucho a un funeral que asistí, y dentro de toda la tristeza que supone perder a tus padres, tiene un fondo tan positivo...pensar en lo bonito que es haber disfrutado de esa compañía perfecta....muchos besitos rellenitos de los buenos momentos que nos quedan despues de haber pasado dolor....Muak
*Marta: mira, otra cosa que tenemos en común... yo nunca atino con la palabra... mejor acompañar. Un besito
*Pintoreta: gracias por los besos... Por suerte el dolor es efímero, siemper pasan cosas buenas. Un beso a ti también.
Un abrazo para ti por la pena que también estás pasando, y para que puedas apoyar a tu amiga y a Javier en estos momentos.
Creo que llorar acompañad@ siempre reconfortar.
*Meloenvuelve: a vueltas con la compañía... qué necesaria es. Un abrazo, Tere
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