Así que mi madre asumía TODA la carga de nuestra educación en solitario.
Bueno, eran otros tiempos, porque los hermanos cuidábamos los unos de los otros, y colaborábamos en el mantenimiento de la casa.
Ni siquiera recuerdo cuándo fui a comprar sola por primera vez Jugaba a las muñecas, pero también a las de carne y hueso porque bañaba a mi hermana pequeña, la peinaba, vestía, la llevaba en mi bicicleta, le hacía la merienda, y algunas veces la cena. Jamás me planteé si eso era demasiada carga para mí. Era mi obligación y punto. De la misma forma, mi hermano me acompañaba a todas partes, y colaboraba en las tareas, que nos repartíamos entre todos.
Eramos mucho más maduros, no sólo nosotros, sino todos los niños en general. Y ahora... somos una generación de padres sobreprotectores, inutilizadores, y limitadores de las capacidades de nuestros hijos. Qué cosa más curiosa...
Bueno, todo esto venía por unas palabras, que mi madre, en aquella época, tenía pegadas con cuatro trocitos de celo en la parte posterior de la puerta de su habitación. Ya entonces, y era una mocosa, me parecía lleno de sentido, y me gustaba que a mi madre le pareciera tan importante.
Seguro que la mayoría de vosotros lo conocéis. Es un escrito de Kahlil Gibran.
TUS HIJOS NO SON TUS HIJOS
Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen. pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
ni se detiene en el ayer.
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
Los tiempos han cambiado. Yo no lo cuelgo con un trozo de celo en la puerta, lo cuelgo en un blog. Pero el texto es tan válido ahora como lo fue entonces.
14 comentarios:
Qué enorme es Kahlil Gibral. Empiezo a entender, tu forma de reflexionar, una parte se encuentra dentro de tí. Otra, la mamaste de bien pequeña, leyendo quizás cientos de veces este precioso escrito.
Cuando tu madre, quizás sobrepasada por tanta carga, colgó ese recorte en la puerta, intentando enseñar, creiendo que algo quedaría. Y sí. Me demuestras que quedó.
Besos
Gracias Ana. Me has recordado que el trabajo de madre consiste en que cada día me necesiten menos.
Un besote.
Precioso el texto.
Pues yo, a pesar de que los tiempos han cambiado pienso imprimirlo y ponerlo en la nevera!
Muchas gracias por compartirlo.
Besos.
*Mevamaleta: lo repito a menudo "tú predica, que algo queda" queda, queda. Gracias por tu cariño. Eres un solete, aunque vivas en un campamento de refugiados provisional ;-)Pessics i mossegades.
*Mariapi: dudo que se te haya olvidado ni por un segundo... Menuda gente, en tu casa :-)))
Besos grandotes
*Madreymás, mucho mejor que intentar colgar el ordenador en la nevera, dóndevamosaparar jajajaj Besos
Muy cierto, tan malo es el exceso de protección como la ausencia de ella. Ocurre lo mismo que con los zapatos: ni grandes ni que se les queden pequeños, los del número exacto.
Saludos.
*AdP: pues sí, requiere grandes dosis de amor comprar el número exacto... Saludos.
Qué bueno es leer a expertas, lo que se aprende!
Y no lo digo sólo por el texto que guió a tu madre...
Un saludo,
Tan cierto como sabio y difícil es aprender a dar la libertad suficiente a los hijos, como para que cometan sus propios errores y aprendan de ellos. Pasamos sin querer muchos de nuestros miedos hacia ellos... cuando en realidad ellos no ven los límites. Los niños lo ven todo posible. Somos nosotros con nuestros ojos cansados y nuestra visión añeja los que nos empeñamos en ponerles barreras. Un abrazo, me encanta y lo comparto.
Lo leí hace mucho tiempo y me alegro de que lo hayas colgado, pesolet. Son mis hijos pero no son de mi propiedad. Sabia tu madre por la lección del texto que la acompañaba por la noche. ¿Qué pensaría cuando os veía crecer e iba soltando cuerda? El amor generoso del que se sabe puente y no destino.
Un beso
*Meloenvuelve: muchas palabras sabias encuentro yo en los comentarios de todos vosotros. Sois una auténtica joya para mí. Gracias por participar. Un beso, bonita
*Lisset: han pasado muchos años, y lo recordaba a la perfección. Es una lección sabia, que de vez en cuando todos los padres nos deberíamos recordar. Sólo somo un puente, no un destino, como dice Sunsi más abajo. Un achuchón...
*Sunsi: me hace gracia que tú y yo nos hayamos hecho algo más grandes leyendo cosas iguales o muy parecidas. No sé que pensaría mi madre, supongo que buscaba la inspiración, como nosotras... Besos, y achuchones
Me han quitado las palabras de la boca...también lo imprimo! me ha encantado y va bien recordarlo de vez en cuando. Gracias, besos
*Marta: yo lo dejaría a la vista de alguno de tus inquilinos... seguro que se sienten orgullosos de ti (más) Besos
Eiii princesa, sssh, de puntillas entro a Palacio. Ya sabes que desde mi ventana veo esa luz que brilla y no me deja dormir.
Vengo con lápiz y papel a manuscribir el texto. Primero para recordármelo, segundo para recordármelo y tercero para volvermelo a recordar.
Ana, tenía este texto guardado no se muy bien donde.. Cuando aparezcan los *guardaré en el blog para que no se pierdan.
¡Abrazos de H20 azucarados versión light!
I can, yo puedo, puc, puc. Divendres 2 setmanes non-smoking. Gràcies!
*Monty: ¿Recuerdas cuando nos hacían copiar 10 veces algo para que nos quedara claro? Yo jamás he olvidado poner la tilde en "algún". Precisamente por eso colgué yo en el blog este texto tan importante... lo copiaría 100 veces...
Me alegro de que sigas ganando el pulso. No te rindas. ¡Agua!
Besos
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