Por fin he terminado los muffins. A decir verdad, la foto les favorece, porque no me gusta demasiado cómo me han quedado: demasiado grandes, un poco abollados… No es el trabajo más agradecido que he hecho de Tilda. Pero ya están.
En un comentario en el post del viernes, le decía a Sunsi que le agradecía mucho su aplauso por las labores que realizo. Ella me había colocado en la lista de su blog bajo el título “Manos maravillosas”. Aún así, le manifesté mi ilusión por pertenecer a su otra lista de blogs, porque gustaba más pertenecer a las “mentes maravillosas”. Sunsi, inmediatamente me pasó a la otra lista, por lo que ahora me siento en deuda con ella, y estoy moralmente obligada a dar la talla.
Debes saber, Sunsi, que yo no solo no tengo unas manos excepcionalmente habilidosas, sino más bien al contrario. Fui una niña más bien torpe, muy patosa, todo se me caía de las manos; mi madre solía decirme que tropezaba con mi propia sombra. Las labores han supuesto para mí una especie de lucha interior. El efecto positivo ha sido doble: por una parte, la práctica constante de las habilidades manuales mejora francamente mi agilidad manual. Y por otra, mejora susceptiblemente mi autoestima.
Leí una vez que la creación con las manos estimula la secreción de serotonina, que es la misma sustancia que se secreta al alcanzar los niveles de saciedad al comer. Así, ciertamente, hacer labores llena, de una forma literal. Yo se lo recomiendo a todo el mundo. No todo el mundo sabrá hacer patchwork, o encaje de bolillos, o casitas de madera, pero todo lo que se crea con las manos, es bueno para el espíritu.
Ah, Sunsi, yo creo que lo que se me da bien es escribir. Te he mandado un correo electrónico con una sugerencia para las bodas de oro de tus padres.
3 comentarios:
Desde luego, Ana del guisante, eres genial.
Creía que sabía casi todo sobre los recaptadores de serotonina. Muchas gracias, Ana. Me has abierto un mundo... Las manos... ¿Sirve pintar paredes, decapar, dar barniz... ? Mataría dos pájaros de un tiro.
Muchas gracias, muchísimas gracias. Porque si no sirve me meto de lleno en las manualidades aunque queden regular.
Un beso
Hola princesa, pues a mí tus muffins me han encantado... cuando te estorben me los envías por correo... o mejor, te acercas tú a traerlos... jajajaja.
Me ha encantado eso de las labores, eso de que trabajar con las manos... llena. No sé si es por ello o no... pero esta temporadita de atrás, que ha sido durilla, a mí me ha venido bien hace punto. No sabes la de tiempo que hacía que no tenía entre las manos una labor. Me dí cuenta de que cuando hacía punto me sentía contenta, y me decía a mí misma cómo era posible que algo tan sencillo, me pusiese tan contenta. Sólo sé que si hacía un ratito punto, al día siguiente, me levantaba con más ánimo para enfrentar el día a día. Pensé que sería por recordar el tiempo de infancia... en el que las labores siempre tuvieron un lugar primordial al lado de mi madre... y mira tú por dónde... era cuestión de serotonina.... jajajaja. Yo somo siempre, sujetando el mundo con mi luna lunera... que para todo tengo respuesta, ya ves.
Interesante... sí.
Un abrazo enorme.
*Sunsi: ¿ves como sí me había dado cuenta del cambio que he experimentado en tu blog? ¿has recibido el mail? te lo he mandado a la dirección que tienes en tu perfil, si no es esa, te lo reenvío...
*Ana: es que las hormonas y los neurotransmisores no son tan románticos como lo que necesitamos en realidad :-)) Francamente, prefiero verlo como lo veías tú.
Besicos a las dos
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