Por fin he terminado el neceser que tenía empezado. Puede uilizarse plegadito o bien colgarlo en el cuarto de baño.
La parte de arriba, donde están las gomitas para el pelo y los clips, es abatible, y se engancha con un velcro, para pasar las gomas.
El sábado me di un paseo por el blog de Ana, y descubrí la historia del Circo de las mariposas. Una historia impresionante que a mí me llevó a acordarme de otra historia de mariposas, que tiene también que ver con la superación, y con la necesidad de que esta superación llegue del interior de uno mismo.
Cuentan que un hombre, mientras paseaba por un campo cercano a su casa, encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver cómo nacía. Un día se dió cuenta de que había un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar, durante varias horas, cómo la mariposa luchaba para poder salir de allí.
Vio cómo se esforzaba para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio. Hubo un momento en el que parecía que ya no progresaba en su intento. Daba la sensación de que se había quedado trabada. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y, con unas tijeras pequeñas, hizo un corte lateral en el orificio para agrandarlo y facilitarle la salida. Así fue como la mariposa vió la luz. No obstante, tenía el cuerpo muy hinchado y las alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, esperando a que, en cualquier momento, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar el peso del pequeño cuerpo de la mariposa. Nada de eso sucedió, y la mariposa sólo podía arrastrarse en círculos, con su cuerpo deformado y las alas dobladas... Nunca llegó a volar.
Lo que en su ignorancia no entendió el hombre, inmerso en su espíritu salvador, es que la restricción de la abertura del capullo, y la lucha de la mariposa por salir a través del agujero diminuto, era la forma en que la naturaleza forzaba a los fluidos de su cuerpo a ir hacia las alas a fin de que se hicieran grandes y fuertes para poder volar.
La libertad y el vuelo sólo pueden llegar después de la lucha y el esfuerzo. Y al privar a la mariposa de su lucha, ayudándola a salir del capullo, también le privó de su libertad y de su capacidad de llegar al cielo.
Extracto del libro, Aplícate el cuento… Jaume Soler y Mercé Conangla, Ed Armat.
Qué difícil es quedarse un paso atrás, y dejar que sean ellos quienes superan el trámite de salir de ese prieto capullo que les atrapa...
9 comentarios:
Manitas!!!! a mi me encanta también crear pero soy bastante más chapucera. Felicidades, petons
*Marta: bueno, la foto le favorece, a mi parecer no ha queado tan bien :-) Pero gracias por tus felicitaciones.
Ana quin necesser més bonic! sembla molt pràctic!
Petons
Laura
*Laura, doncs no ho sé, ho hauríem de preguntar a la seva propietària :-)) Gràcies pel comentari. Una abraçada
¡Cómo cuesta esperara a que salgan sólos, por sus propios medios...viendo cómo sufren al intentarlo y teniendo unas tijericas tan cerca...y son nuestros hijos! Pero el cuento de hoy es muy sabio y tiene razón. Tienen que volar solos.
Precisamente una de las cosas que más agradezco a la costura es la paciencia que genera.
Me encanta el neceser.¿puedo "japonizarlo"? Un beso
*Mariapi: japoniza, hija, todo tuyo. Y eso de la paciencia... voy aprendiendo jajaja
Tomo nota del neceser, guisantilla. Ideal para adolescentes desordenadas. Se lo voy a enseñar a mis ciudadanas. No sé si sabré hacerlo con tanto detalle.
El texto lo he leído en casa de anita del hilo. Es hermoso y real. La realidad tiene esas dos caras, ¿verdad? Cuando llega el momento en el que intuyes que debes ir aflojando la cuerda... y que empiecen a volar aunque se caigan...cuesta. Sobre todo a las madres. Pero sólo así crecen. Como dicen: está estadísticamente comprobado. Pobres alas las de la mariposa que jamás podrá volar porque no realizó una fase vital de su parto.
Un beso, pesolet.
Gracias por enseñar tus manualidades.
La realidad nos supera, creo que las madres vemos a nuestros hijos indefensos y no nos damos cuenta cuando tienen que volar, al final de la jornada diaria, cuando los baño y se van a dormir paso por ultima vez a hecharles una miradita y me da un poco de sentimiento pensar que un dia seran hombres y no estarán más alli con su bullicio y sus necesidades...pero bueno amiga, la vida es así, cariños
Princesa dijo... *Sunsi: Respecto al neceser, seguro que les viene genial... Creo que este, plegado mide 20x15, pero te recomiendo que les preguntes qué meterían dentro, porque un cepillo, por ejemplo, no cabe. Y respecto a lo otro... sí, es duro dejarles solos, pero ver que lo han logrado, es maravilloso.
*Natalia: hace algunos días escribía sobre la película Buscando a Nemo... saber, no se sabe (cuando están listos) pero cuando ellos lo saben, tú lo sabes. Besos
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