Contaban el otro día en la radio el cuento de la princesa Doña Remilgos.
Por lo visto, apareció en un castillo una princesa transeúnte, y el príncipe quiso saber si era ciertamente una princesa para poder casarse con ella. Su madre, la Reina de ese lugar, a falta de guisante, puso, bajo los siete colchones, algunos pétalos de rosa de su jardín.
El príncipe desconfió de esta estrategia, porque un guisante, con su grosor, podía molestar a la princesa, pero unos suaves pétalos de rosa... La reina terció que si quería casarse con ella deberían comprobar que tenía sangre real.
Por la mañana, al despertar, el príncipe preguntó a la presunta princesa Remilgos cómo había dormido.
- Oh, he dormido perfectamente, pues olía a pétalos de rosa, y vi que los habíais puesto bajo mi cama y no me molestaron... pero luego, uno se quedó doblado, y me ha estado haciendo un daño toda la noche....
Una sonrisa guisantil y remilgada.
10 comentarios:
Doña Remilgos Triquismiquis, añadiría yo!
Cuánto más delicadas, más Reales. ¡Una cualidad indispensable para reinar!
jajajaj
:-)
Besos
*La meva maleta: En efecto, la delicadeza parece la cualidad indispensable para ocupar un trono. Lo que iguala por abajo, deja de tener ese halo de misterio... Besicos
Gracias por este trocito del cuento. Besitos y feliz jueves
*Mónica: lo cierto es que a mí me hizo sonreír... qué delicadeza, señor....
Pues me parece que la chica se las sabía todas por su respuesta: Se hace la finolis con lo del petalico doblado, pero se manifiesta muy señora ella,porque a pesar de todo, durmió bien, y superó el reto de la pérfida suegra.
Me ha encantado, Ana.
Besicos.
*Mariapi: jajajaja yo no lo había visto así, pero tienes toda la razón. Y la suegra... mira, yo que hago oposiciones a suegra te diré que mejor que la ponga a prueba :-))
Besos
Yo de tronos nada de nada....duermo hasta encima de una rueda de coche. Que Dios me conserve el sueño! buenas noches
Pues yo, princesa, princesa... pues que no, no tengo nada de nada; no habría guisantes suficientes para destrozar mi sueño, vamos!!! y menos debajo de un colchón!!!
Besososososos.
*Marta: Pues sí, no sabes cuánto te envidio...
*Ana: te digo lo mismo que a Marta. A mí, que me molesta casi todo, cuando tengo la cabeza preocupada, duermo peor. Y si consigo dormir... ¡me despiertan mis cachorritos! qué cruz...
Me encantan los cuentos... y muchas veces me sirven para dormir :)
Este tiene su gracia!
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