... estamos todos medio desaparecidos, pero es tiempo de trabajo duro, supongo. Y ya nos vale, porque tal y como pinta todo mejor no despistarnos demasiado.
En el castillo las cosas van a toda máquina, pero aún queda tiempo de saborear amistades y a los niños. Ayer tuvimos la alegría de compartir mesa, sobremesa y paseo con unos amigos. Aprendí mucho sobre el valor auténtico de pasar tiempo con nuestros hijos, aunque nos parezca que no estemos atendiéndoles.
Se me ocurrió, cuando ya habíais marchado, que vendría a ser como la relación del mar con las rocas, que se acompañan sin causarse más que un leve roce, pero que ese roce va trabajando y labrando la roca hasta pulirla, redondeándola y dándole la forma final.
Después la roca será empujada a ser, quién sabe, un adorno en un parque, el cimiento de un edificio o será fraccionada en miles de pequeñas piedras que se amasarán para crear asfalto, renovando totalmente aquello que fue creado por el mar y adquiriendo su destino final totalmente distinto al soñado por las olas.
Fue maravilloso tener vuestra serenidad y vuestra presencia, vuestra compañía y ayuda. Y vamos a decir la verdad.. nosotros también tuvimos a la "Vieja'l visillo", sólo que era un niño de 10 años.
Gracias por todo.
8 comentarios:
Cómo me gusta tu manera de saborear los pequeños grandes placeres de la vida. Qué punto la Vieja'l visillo, jejeje. Por cierto, tienes un regalito en mi blog, princesa.
Besos.
Ese símil me gusta, agua y roca...porque es así suavemente, o con golpes ge mar, siempre con constancia, poco a poco. Hermoso.
¿Y qué niño que se precie no ha sido"viejaelvisillo"? Es lo que le toca, y demuestra curiosidad e inteligencia...¡lo que se aprende fisgoneando las conversaciones de mayores!
Un besote agradecido.
Jajajaja...yo de pequeña también fuí un poco la vieja'l visillo, talla S! Todavía recuerdo lo mucho que me encantaba oir las conversaciones de mi madre y mis tías cuando se juntaban a hablar de sus cosas...qué gusto, si me dejaban quedar de oyente, y si no pues eso, a esconderse detrás del visillo! ;-)
Petonets
visillo forever! ¡¡También tengo buenos recuerdos!!
Muchas gracias por tu comentario y por tu regalo. Debes de saber, sin embargo, que nunca juego a seguir con los premios. Muchísimas gracias de nuevo. Besos
Es verdad que ellos aprenden tanto con las pequeñas mareas como con las tormentas de agua... hasta con los tsunamis, que a veces los hay. Nuestro "visillo-man" ha tenido un día complicado hoy, ha tomado una mala decisión y ahora tiene que dormir con el dolor de barriga de asumir su responsabilidad. Menuda lección. Besos y gracias por tanto.
Fíjate que te imagino perfectamente jajaja Petons!
jeje, mira que sois cotillas...
Publicar un comentario