Ayer por la tarde abrí las ventanas de mi casa. Por primera vez desde hacía muchos días no entró una llamarada de aire caliente sino una bocanada de aire fresco con olor a septiembre, que se llevará la música que me ha acompañado desde final de junio.
La banda sonora de mi verano despierta antes de las siete, con la llegada de dos trenes que me anuncian el alba, por si no la había percibido. A la hora en punto, las siete, digo, se despierta el campanario que ha quedado silencioso toda la noche.
El rasgar de persianas dejando paso a la brisa de primera hora, el traqueteo de los carritos de la compra huyendo de las horas de calor. Una radio en la cocina llena el silencio mientras los niños están fuera.
La comida a cuatro pares de manos, que me suena tan bien...
La siesta sin sueño, a oscuras, viendo una película de antes, mi máquina de coser siguiendo un paso marcial.
Chapoteos y gritos, pájaros y perros, el timbre de la bicicleta anunciando el camino de vuelta a casa. La sartén preparando con chasquidos la cena. Una tele demasiado alta suena desde la casa de al lado.
La tertulia en el porche hasta las tantas.
Y la cantada de Habaneras que huele a Ron cremat. Mi "Dolça melangia" empieza a partir de ahora, os dejo con su compañía
7 comentarios:
Se nota que sabes apreciar las cosas buenas que nos dá la vida.
Biquiños pesoleta.
He escuchado la vida de tu castillo. Los sonidos de la belleza cotidiana. Una sinfonía magistral.
Besicos.
Qué post tan precioso, pesoleta. Ufffffff...la havanera que has elegido...Diana en el corazón.
Un petonet, Princesa.
Precioso el post, sin duda de acuerdo con todos, el verano se va, como todos los años, me alegro de que ayudes a que los recuerdos dejen tan buen sabor de boca.
Leles: las buenas y las malas, las malas nos sirven para poder apreciar las primeras. Bicos
Mariapi: cuidado, no te vaya a sacar a bailar el pequeño príncipe del guisante, es un descarado :-) Besicos
Susni: La havanera me dejó un par de lágrimas de emoción la semana pasada y sigue latiendo en mi corazón, como sólo el sonido de un acordeón puede hacerlo. Un beso
Les deus molins: sí, se va. Llega otro tiempo bonito, el de cargar las pilas y arrancar un nuevo curso. Lo nuevo es bueno.
Que descripción tan concisa y realista. Dichosos esos días, y los venideros.
De aquí nada, setiembre!
Meloenvuelvepararegalo: todos los tiempos tienen su sonido, su luz, su olor. Dejemos que pasen y nos llenen.
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