He aprendido mucho de ti esta tarde, de tu profesión y de tu persona. Y también, voy a decirlo, he aprendido cosas de mí misma que desconocía.
Me ha sorprendido ver cómo nuestras vidas son un tesoro en sí mismas, si les contásemos a todas las personas que leen el blog una cuarta parte de lo que nos ha pasado a cada una, ¡se caerían de culo! Pero tendrán que conformarse con saber que somos unas mujeres grandes. Que vivimos nuestra maternidad como un regalo. Que poseemos una fuerza interior capaz de remolcar un barco ballenero atascado en un arenal. Bueno, a lo mejor no tanto, pero si toca, enjuagamos las lágrimas y seguimos remando fuerte.
Has preguntado a los niños qué ha sido lo mejor del día para ellos. Yo no he dicho qué es lo que me ha gustado más de esta tarde, y te lo digo ahora: la emoción en tus ojos hablando de tu vida.
Ahora que ya nos hemos puesto al día de lo que pasó, necesitaremos más tardes para reposar otra vez los sentimientos en un lugar en que no nos den la tabarra y compartir nuestras labores, nuestros hijos, nuestro presente y nuestro futuro.
La foto la he sacado de aquí (es que me ha dado pereza ir a por la cámara)
Gracias por tanto.
5 comentarios:
Nada combina mais que crianças, histórias de vida, e bolo de laranja. Gostei muito deste post.
Mariacininha: gracias por visitarme y por tu comentario. Los niños lo pasaron muy bien, y las madres ¡muchísimo más!
Mmmmm...desde aquí se huele el bizcocho y el cariño.
Me alegro con vosotras, por la amistad.
Besotes.
Ya se sabe que uno de los mejores lugares para compartir las confidencias es la cocina, y para celebrarlas, la mesa ;-)
Me alegro que lo pasarais tan bien; ¿ Os queda algo de bizcocho?
Petonets
Mariapi; soy medioadicta a bizcochos, charlas y amigas. Cuánto se da y se recibe en una mesa con una taza de café.... Besicos
Mevamaleta: tú no te diste cuenta, pero estabas allí, entre nosotras. Estábamos rodeadas de creaciones tuyas-vuestras, a mi amiga le encantaron!
Quedó bizcocho, pero como no te des prisa...
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