Late en mis sienes el recuerdo de mi propia voz mientras el ganchillo va tejiendo vueltas que crecen entre mis dedos. Me escucho diciéndome constantemente: pasa, pasa, pasa. Tomo una hebra, y pasa, pasa, pasa. Vuelvo a tomar hebra, pasa, pasa. Pasará.
Lo bueno y lo malo que ha sucedido, pasará. Afortunadamente lo que nos hace sufrir se despide de nosotros caminando despacio, hasta que un día, no sabemos muy bien cómo, extrañamos su perfil maléfico en el horizonte, donde lo vimos por última vez recortando con una silueta diminuta el azul.
Pasa, que a veces pasan las cosas por última vez, y no sabemos que es la última. No sabes cuándo será la última vez que tu hijo no se avergüence de darte un beso al recibirle en la escuela. Debes aprender que eso también pasa. Y les recoges a las 5 con un bocadillo entre las manos, y mientras ellos te preguntan "¿De qué es el bocata, mami?" , pasas tus dedos entre su pelo, y piensas que han crecido desde ayer. Les besas con ternura, por si mañana ya no sigues siendo su princesa.
No podemos percibir el punto álgido de la primavera, que en algún momento se ha transformado en tórrido verano. Y de repente un día amaneces pidiendo una chaqueta, pero mañana vuelve a ser primavera. Y pasa. Pasa. Pasa.
Tomo hebra. Mi ganchillo se desliza por la cadeneta de la fila anterior, vuelvo a tomar hebra, pasa, pasa, pasa. Pasa.
Leí el blog de Ayanta y entendí por qué últimamente no puedo dejar de hacer ganchillo.
Pasa
8 comentarios:
Preciosa reflexión Ana...qué remedio sino dejar pasar las cosas.
Eso sí, intentándo exprimir al máximo, las mejores.
Feliz fin de semana a todos los habitantes de tu Castillo :-)
Pesoleta, tú siempre serás princesa, pues eso lo llevas en la sangre.
Pasa, irremediablemente pasa. Pero el pasa se convierte en pasó, mientras, sigue pasando...
A veces me supera, al ver lo rápido que pasa. Recuerdo que, cuando dí a luz a mi primogénita, la miraba tan chiquitina, frágil y bella y pensaba..."por Dios, que no se esfume"... y, sin darme de cuenta, ese bebé se esfumó. Ahora me queda el recuerdo de su aroma a piel recién estrenada. Y gracias a Dios, la sigo contemplando con el mismo pensamiento...
Creo que debemos de exprimir al máximo, como dice la "artista de la maleta" esos momentos y dejar que pasen de forma natural.
Es bello vivir.
Buen fin de semana.
Vale, pasa, pasa...pero cada vez echas la hebra, y vamos amarrando el hilo, y pasa otro punto y otro, y de cada uno de todos depende que sea una colcha hermosa, o un trapucho desvahido. Cada punto, cada día con su afán, una suma de instantes, buenos o malos, todos importantes...si se nos escapa un punto, puede peligrar toda la labor. Menos mal que siempre podemos deshacer y volverlo a intentar.
Un beso, buen fin de semana,
Mevamaleta: sí, dejar pasar, quedarse con lo bueno, esperar que lo malo no haya dejado huella... Petons
Dolores: también nosotros pasamos, eso no lo podemos olvidar. Sí es bello, sí. Bicos.
Mariapi: ¡somos un enorme jersey! Yo paso mucho rato deshaciendo, pero quiero que quede lo mejor posible...Un beso
Las princesas no tragan sapos, sólo deberían besarlos...pero como alguien que no sabe de etiqueta te los ha hecho tragar, te envío palabras de almax para ayudarte a digerir. (esto por el post de ayer)
Pasa, pasa, pasa...gracias por recordármelo; estoy atascada en varios puntos! Besos de crochet!
Marta: cuando surgen puntos difíciles cuesta hacerlos bien. A veces sí, son verdes como sapos, pero pasan. Acabaremos haciendo una colcha a medias, ya verás. Besos
Voy muy atrasada, pesoleta. Me he leído de tirón todos los posts atrasados y este me parece como el colofón. Preciosísimo, Princesa. Pasa, pasa -nudo que sujeta lo que vale la pena- pasa, pasa...
...¿Pasa algo?
Un beso con todo mi cariño.
Sunsi: Bueno, pasar, pasa. La vida. Un besico, chica
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