© de la imagen La meva maleta

viernes, 27 de mayo de 2011

Algunas de las cosas que no podré olvidar

O sí.



El día que mi padre tuvo aquel accidente de coche, mi madre y yo estábamos preparando bolitas de coco. Me encantaban. Puedo paladearlas, a pesar de que jamás he vuelto a probarlas. Mi madre por aquella época pintaba cerámica y luego vendía sus obras. Aquel día estaba pintando un escudo de armas de una familia (me atrevería a decir incluso el nombre: Isach). Yo, con los nervios de la noticia, rompí una baldosa. Y eso era una tragedia, porque tenía 20 o 25 piezas, y era imposible lograr el mismo color.


Recuerdo la primera vez que vi a mi hermana. Yo tenía seis años y medio. Y sé lo que más me llamó la atención: sus manitas cerradas. Pregunté por ello. Recuerdo la tela del camisón que llevaba mi madre aquel día. Incluso de su olor.


"Maldito sea Amor, que me asesina. Teñid de muerte el Nilo, ponedle luto a las nubes. Que todo Egipto se convierta en un sepulcro". Son las palabras con las que empieza No digas que fue un sueño. Bueno, con los años, a lo mejor he cambiado alguna palabra, os aseguro que no me he tomado la molestia de comprobarlo.


La primera vez que mi hijo salió de casa sin mí. Se fue con su padre a casa de sus abuelos, yo me quedé mirando por la ventana, oliendo su peluche, que era una jirafa azul pastel, con patas de cordones. Y lloré.

Recuerdo la luna entrando por la ventana de nuestra habitación recortando el perfil de mi vientre en la última noche de embarazo de mi vida.

Recuerdo una mañana. Había dormido con mi tía, como tantas otras veces. Ella madrugó para ir a estudiar a la universidad. Yo no volví a conciliar el sueño. Me senté en el suelo, junto a la puerta de la habitación de mis abuelos, y me dejé acompañar por el ronquido suave de mi abuelo, y por la respiración tranquila de mi abuela. Durante un par de horas.


Este es el primero de una serie de posts que voy a dedicar a mis recuerdos. Quiero seguir la iniciativa del Banco de recuerdos, lugar en el que todos podemos dejar un recuerdo. Hemos hablado sobre ello en el blog de la abuelita. Espero que jamás tenga que consultarlos por haber perdido mi memoria. Porque hay muchas cosas que no quiero, o no debo, olvidar.

17 comentarios:

Dolores Leles dijo...

Me parece una buena iniciativa... igual, con tu permiso, te copio. Igual no lo publico, pero al menos, me gustaría que quedara escrito.

onavis dijo...

Que bonito!
Ya he subido mu recuerdo al Banco!

Tita dijo...

Hermosos recuerdos, Princesa. Gracias por compartirlos aqui.

Ana, princesa del guisante dijo...

Leles: si soy "culpable" de generar recuerdos... ¡me alegro! Bicos

Onavis: bien hecho. Quedará.

Tita: gracias a ti por pasarte.

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

Me ha encantado esa iniciativa del banco de recuerdos. Me apunto a ella. Aunque estoy además por sentarme a escribir momentos únicos en un documento de word por si mañana pierdo la memoria o algo peor :) Me ha gustado mucho tu idea. Gracias por compartir tus recuerdos, incluso los del olor a coco que tienen que ser dolorosos para ti. Besos.

Driver dijo...

Tengo un recuerdo para tí.
Es un recuerdo indirecto, pero como es cierto, bueno es que lo sepas.
Esta Navidad fui a ver a mis padres.
Quería comprarle a mi madre el libro de "La abuelita necesita besos"; así que fui a las principales librerías de Murcia.
En todas me dijeron lo mismo: "está agotado".
...
Y me permití el lujo de explicar que conocía a una de sus autoras (bueno, de leerte).
Y luego dije con cierto orgullo:
"Claro, está agotado porque es bueno".

Y la dependienta se sonrió, consciente del puntilllo de orgullo con el que contesté.
...
Cosas que pasan.

Carme Sala dijo...

Nunca entiendo muy bien porqué, algunos recuerdos escapan de nuestras vidas mientras otros deciden acompañarnos para siempre...por eso, cómo la memoria es selectiva y no lo puede retener todo, durante dos largos años de la vida de mis dos hijas (tendrían 3 y 4 años), me dediqué a anotar todas aquellas cosas que, estando con ellas, me sorprendían o simplemente me hacían reír.
De vez en cuando, sacamos aquel dietario y reímos todos juntos.

Os aseguro que si mi casa ardiera en llamas, después de salvar nuestras vidas, lo siguiente que salvaría, sin duda, sería ese libro.

Sin recuerdos, no somos nada; Una excelente iniciativa...hasta que no consigamos curar el Alzheimer, que por lo menos no nos falten las ganas de atesorar recuerdos en miles de cajoncitos, ni el momento de rescatárselos a quién más los necesite.

Preciosos recuerdos los tuyos Ana,

un petonet :-)

Ana, princesa del guisante dijo...

Lisset: el simple hecho de recordar me parece un tesoro. REcordar y escribir... para eso están las libretas o las pantallas. Besos, buen fin de semana

Driver: lo conservaré en el apartado de buenos escuchadores y buenos creadores de historias preciosas... Gracias de corazón.

Mevamaleta: mi recuerdo en el Banco de recuerdos habla de ti, niña. Recuerdo número 4091, porque no quiero olvidar nunca cómo y por qué nos conocimos. Un petonet

Carme Sala dijo...

Ana, qué ilusión...abrir un cajoncito y encontrar un recuerdo compartido!

Yo también he empezado a hacer aportaciones...sólo espero no tener que acudir para los reintegros.

Gracias por elegir éste recuerdo. También fué un momento muy especial para mi.

Petonets guapa :-)

Mariapi dijo...

Curiosamente la memoria no sólo es la capacidad de recordar, también es la de olvidar...no podríamos vivir con "todo" lo vivido en la cabeza...por eso vale la pena trillar y hacer granero con esos recuerdos tan preciosos como los que hoy has compartido...qué curioso, todos los sentidos uegan en el recuerdo de una forma tan precisa...Gracias, Ana, muchas gracias, me ha servido para "hacer memoria"..y dar tantas gracias. Un beso

Marta dijo...

Son recuerdos preciosos. Gracias a Dios todas conservamos retazos de nuestras vidas en la memoria !
Un beso ;O)

Ana, princesa del guisante dijo...

Mevamaleta: quería que nuestra Abuelita fuera inolvidable, y tú tienes mucha "culpa". Un petonet

Mariapi: los sentidos son las puertas por las que la vida entra en nosotros. Luego, como tú dices, separar el grano de la paja. Ah, amiga, cuántas cosas se nos pasan sin que nos demos cuenta, sólo para que no nos hagan daño. Un besico.

Marta: gracias, no sé si son preciosos, pero son los míos. Un beso

meloenvuelvepararegalo dijo...

Qué bonita iniciativa...
Tiene ese matiz positivo de poder compartir con nuestros seres queridos algunos de nuestros mejores momentos, pero no me gustaría tener que echar mano de ellos por no poder recordarlos yo misma :(
La letra escrita siempre quedará; es decir que estos comentarios (si el Dios blogger lo permite) siempre los tendremos ahí recordándonos qué dijimos, cómo y por qué.
un besazo, de día gris, pero de día especial,

Naranjito dijo...

He intentado buscar cual es mi primer recuerdo.Me he encontrado con la noche que nació mi hermana, yo tenía tres años, pero nunca se me olvidará. Nunca porque pienso "invertirlo" en el Banco de Recuedos. Este recuedo y otros igual de importantes.
Un saludo Princesa.

Ana, princesa del guisante dijo...

Meloenvuelve: a veces me pregunto qué pasará dentro de 10 años con los blogs... Besos cariñosos


Naranjito: mi primer recuerdo es un teléfono, yo de pie sobre las piernas de algo (era realmente pequeña) y llorando porque al otro lado estaba mi tía... Un beso,y gracias por tu recuerdo. ¿Cómo era tu hermana?

Rosa dijo...

Es una maravillosa iniciativa y un maravillo post. Se me ha ereizado la piel de la emoción...

yo, por ahora, tengo la suerte de acordarme de un montón de cosas, de detalles insignificantes cómo qué llevaba puesto en tal o cuál momento, o qué comí, y de las historias completas, casi palabra por palabra, y me parece un don maravilloso pero a veces pienso ¿y si un día pierdo esa capacidad? ¿qué voy a hacer? debe ser durísimo vivir sin recuerdos...

un beso ana

Ana, princesa del guisante dijo...

Rosa: hoy he leído que tienen 10.000 recuerdos en 10 días, realmente ha sido una iniciativa preciosa. Besos

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