Yo siempre habría dicho que el mejor verano de mi vida fue aquel, el de mi amiga Gemma y Verano azul, de los baños en la piscina verdosa de casa del panadero por la mañana y en la piscina del otro pueblo, por la tarde. Del huerto de tomates, de la bicicleta, también azul, que cabalgaba por las callejas polvorientas del pueblo de mis abuelos. De los calcetines calados y los vestidos de algodón. De las bailarinas con goma que te permitían trotar, subir, bajar, correr, volar. Del parchís y la pelota, de las muñecas y sus papillas de barro. Del Pop-eye de limón y la bolsa de pipas en la plaza.
Ayer os acompañé en vuestra tarde. Me hizo gracia que os hiciera tantísima ilusión el montón de cuadernos de vacaciones, que empezasteis con ganas y buena voluntad. Luego fuimos al rescate de mi vieja guitarra y las partituras que no te han enseñado en el conservatorio, las de canciones de kumbayá, nunca habías tocado tan a gusto. Por el camino encontramos el Atlas de Europa que nos permitirá viajar gratis todo el año, ¡nunca os había visto con los ojos tan abiertos! Merienda de colacao fresquito, y piscina al último mordisco.
Mientras preparaba la comida de hoy, estuvisteis montando maremotos, persiguiendo a los gatitos, secándoos al sol para entrar en calor, para volveros a meter al cabo de un segundo (qué tentación, el agua). Risas, gritos y felicidad.
Nunca seréis tan iguales como ahora, con 6 y casi 10 años. Dentro de nada llegará la mirada de desprecio de la adolescencia hacia este tiempo maravilloso de la infancia, en el que el hallazgo de una pequeña maleta de juguete es un tesoro.
Devorasteis la cena con apetito de cachorro, os acostasteis entre risas tras haberos escondido (otra vez) los dos en la cama de uno, con la piel suave por el sol y el largo baño, agotados, pero felices.
Guardad este verano en el recuerdo, porque, quién sabe, quizá sea el mejor de vuestra vida. Quién sabe, porque yo pensaba que el mío fue aquel Verano azul, y resulta que es éste, en que mis ojos se llenan de vosotros.
27 comentarios:
Gracias Ana, tu post me ha llegado como brisa fresca, porque justo este verano, que a priori se presenta anodino, puede ser, el mejor verano de mi/sus vidas. basta con que así lo queramos,
Un besote gordo-gordo.
Que bonic.
Verdad verdadera, envidio la claridad con la que plasmas lo que a otros se nos escapa.
Besos.
Feliz verano Pesoleta!!!! Veo que empieza grande. Verano que sientes único... pero no, no, no. Aún quedan más unidades de tiempo insólitas por descubrir...
... deja que pase el tiempo, y que por ejemplo... en unos 20 años nos cuentes tu verano al lado de tus nietos!!!!!
Ese también será el mejor... jajajaja.
El presente siempre es único. Es lo mejor que tenemos en nuestras manos, un aquí, un ahora... Así que así mismo, tal cual estás, a lo que estamos... aunque aún quede mucho por descubrir.
Besos grandesssss!!!!
Ains... qué bonito cómo lo has escrito... Disfrútalo micho!
Precisamente en eso me consuelo yo ahora; en el verano de mis hijas, ahora que ya pueden salir a pasear solas por la calle, haciendo sus primeros recados:
A comprar el pan, a buscar helados al súper...a comprar chuches al estanco y en menos que canta un gallo, a disfrutar de la piscina en la casa de la playa de su prima...este año que yo no tendré vacaciones, me consuela muchísimo verlas tan y tan felices, jugando a ser un poco más adultas.
Ojalá su verano, duré 100 años y lo recuerden para siempre :-)
Un post precioso pesoleta.
Petons
Carai quina activitat tan frenètica al Castell!
Cada estiu es diferent, qui sap si a tots encara us espera el "millor estiu de la vostre vida".
Per cert, els gatets aquest...aishhh una monada!!!!
petons!!
Esos veranos de la infancia son únicos. Con nada que hagan están satisfechos. Luego pasará lo contrario. Un beso.
Quiero decir MUCHO!
Ay, Pesoletina... pensé que con los niños de ahora era imposible este tipo de veranos, sin gadgets tecnológicos y con la mera ayuda de la naturaleza, el agua, los cuadernillos de vacaciones... y su corta edad.
Y sin embargo, veo que su mejor verano no es tan diferente al nuestro... no lo ves?
Ya estoy acordándome de ir a buscar la leche fresca directamente de la vaca en la lechera de hojalata de mi abuela, colgarla en la bici y sortear baches para que no se derramase una gota...
Las siestas viendo El coche fantástico mientras hacíamos la digestión.
Las caminatas hacia la piscina del pueblo, a 2 km, en pleno agosto a las 4 de la tarde.
Ir a coger cangrejos a la charca.
Jugar al escondite, o al rescate usando como escenario todo el pueblo, ya de noche, y sin ningún peligro.
Ay, perdona, me has hecho recordar tantas cosas... que casi me apropio de tu blog...
Es cuestión de reenfocar. A mí no me resulta difícil divertirme en veranos anodinos, porque lo que me gusta es estar en mi caaasa. Luego unas gafitas de rosa lo mejoran todo. Besososos
Gracias, querida. A ti aún te falta un poquito para esos veranos, tus niños son pequeños... pero ya verás. Besos
Gràcies, benvinguda al castell.
Bueno, seguro que me pierdo muchas cosas, vivo enyomismada :-) Besos
No todos son igual. Los veranos con niños muy pequeños son muy cansados para las madres. Éste es el primero con mi bebé crecidito, y lo he notado mucho. Me ha gustado hablar contigo, ¡cuánto tiempo! Besotes.
Lo disfrutaré, te lo aseguro. Y tú... un verano con bebé siempre es especial. Besitos
Ah, y te doy también la bienvenida.
¿Qué hacían nuestras madres en esos, nuestros veranos? La de mi amiga se pasaba el día sentada en la máquina de coser. Mi abuela hacía confitura, mi madre cuidaba de mi hermana pequeña, supongo. Su tiempo no nos pertenece, pero podemos mirarlo desde la ventana de la cocina mientras cuidamos de ellos. besitos, quirida.
Els gatets van fent, tot i que algun no sobreviu a la superpoblació...
El castell sempre està en ebullició, així que ara gairebé em sembla que estic de repòs. Els estius, els hiverns, vols dir que no són com els volem veure? Aquest és el teu últim estiu sense ser mare, jo recordo el meu estiu de superembarassadísima com temps de migdiades, de passejos, de silenci. Mai més ha tornat a haver-hi tant silenci. Petons
Susana, me derrotas, no sé qué decirte. Lo siento, siento que fuera tan terrible para ti. Besos
Bueno,si cuentas cosas tan apasionantes como un verano de pueblo te dejo el blog todo lo que te haga falta, querida. Besos, besos, y feliz cena a la luz de la pantalla de la película, sin rombos.
Disfrute muchisimo de chica, cuando vivi lo que cuentas, pero aun mas disfruto ahora viendolas a ellas disfrutar del sol, el agua....
Felicidades por el post!!
¡Feliz verano, familia!. Te leo, os veo, os siento... sonrío al poner imagen a tus palabras. ¡Cuánta hermosura, cuánta lucidez y cuánta vida desprendes, siempre siempre...!
Disfrutar en silencio del sin sentido de los críos, de los que están al principio y de los que están al final de la vida, gozar con lo que es incoherente, es vivir un placer sin nombre.
Soy el Juanpe
Gracias, y felicidades a ti por no dejar que se te pase su vida sin mirarlas.
Gracias, no sé si es exactamente lucidez, pero vida y cariño, eso está en el aire. Feliz verano para ti también.
Juanpe... Ese placer se llama Vida. Ahí está, no parpadees, que te lo pierdes.
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