Conocía un ejemplar de vosotros, uno de los buenos, pero, a partir de ahora, miraré mejor cuando suba a un tren de esos que vuelan. Os agrupáis al final del vagón a la espera de un par de cuerdas libres sobre las que reposar en compañía. Conocéis perfectamente la dirección de los vientos, las corrientes buenas para llegar a tiempo a casa a alimentar a vuestros polluelos con el único nutriente que en realidad necesitan: teneros con ellos. No es la opción más fácil, pero dais cuánto poseéis por llegar cada tarde a vuestros nidos, construidos con paciencia y esfuerzo; se respira en ellos, sin duda, el calor de hogar.
Por dos días he sido recibida en vuestra bandada, hemos surcado autobuses y avenidas compartiendo leyendas de nuestros viajes. He sido acogida como una más. Claro, al fin y al cabo, también sacrifiqué mi libertad y mi tiempo por estar con los míos. Debo de ser, pues, una de vosotros. Si volamos en V seremos invencibles. Y nuestros hijos aprenderán de nosotros, habrá valido la pena cada madrugón, cada euro invertido, cada mañana de viento y cada amanecer perdido en el camino. Y si acecha la fatiga, siempre habrá un brazo que tire del otro hacia arriba en las mañanas ojerosas del próximo lunes. Gracias por cobijarme bajo vuestras alas.
9 comentarios:
¿Y quién no te cobijaría a ti, si eres un amor?
Buen finde princesa.
Un beso.
Gracias, guapa. Ellos podrían haber cerrado su círculo, pero tenía un buen cicceronne (o como se escriba). Besos
Qué bonita foto. Las aves son admirables. un beso.
...yo soy más mamífero, prefiero nuestro apareamiento y "nuestro" amamantamiento :)
Interesante cuestión de "aves". Me ha gustado lo de aprender a volar en V, para poder atravesar el tiempo juntos.
Un besico.
¡Qué bonito princesa de guisante!
Tienen que ser valientes, no les queda otro remedio... Besos
Ja, eso lo dices porque no tienes idea de volar.
Te gustaría... Es maravilloso ver como construyen futuro a base de pegoticos de esfuerzo. Besotes
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