© de la imagen La meva maleta

jueves, 29 de septiembre de 2011

El valor de algunos objetos

En casa de mi abuela había unas bolsas con recortes de tela que mi tía pensó que podían servirme. La visita a la casa fue sorprendente desde el primer momento en que puse los pies en ella. La fórmula es fácil: ellos no están ahora allí, pero se limpia un par de veces por semana y todo, es decir todo, está en estado de revista, no vaya a ser que cuando vuelva algún día de visita la señora de la casa se le rompa el corazón por haber perdido el control de ella. Mi tía se ha esforzado en que así sea, y todos se lo agradecemos mucho.

Bien, tres horas después de abrir cajas, de llenar el contenedor de la basura, de sonreír a ratos y de aguantarse la lágrima otros momentos, me hice con un botín que, como dice mi amiga Maleta, es carne de blog. 

En primer lugar, el apuesto caballero... 

¿Algo a objetar?


Pues es una caja de camisas. Luego dirán que utilizar el sexo para vender, es algo nuevo. Ni hablar. Os aseguro que la caja tenía como poco, ocho lustros (un lustro, 5 años, saquen cuentas)

Más lustros de antigüedad tenía el bolso de la imagen. La tela está tan hecha un desastre, que al rasgar un poco el forro me he dado cuenta de que la espuma que servía para dar cuerpo a la tela se ha desintegrado en polvo de espuma. Asqueroso. Pero voy a hacer lo imposible por aprovechar el cierre.



Bueno, la telita de abajo no es de algodón, pero el estampado me ha parecido muy gracioso. Al saco.



Una bolsa con estos adorables muñequitos de fieltro, algunos por hacer. Tenía pinta de detallito de bautizo por acabar. No caerán en saco roto, yo a esto le veo cara de broche. (lo de abajo es una toalla preciosa, que me he quedado... lástima que tiene algunos flecos anudados en la parte de atrás, y otros que alguien cortó después de hartarse de tratar de desanudarlos).


¿Y este delantal? No, no os lo regalo, es para mí.



Bueno, y lo que no sale en la foto: retales de lana de pata de gallo para bolsos y bolsas con sus forros a conjunto, otros de terciopelo, lanas de colorines, y un montón de metros de hilo perlé para cuando me dé el próximo ataque de hacer ganchillo.

Y mi corazón... pues sorprendentemente en paz. En esa casa siempre me he sentido feliz, como volver al seno materno, a la niñez. Ahora me doy cuenta que la mayor parte del tiempo que hemos pasado vaciando bolsas polvorientas no me he creído del todo que ellos no estuvieran allí.


11 comentarios:

Mariapi dijo...

¡Uauuuu! Princesa, esto es la auténtica isla del tesoro...no sé decirte qué objeto me gusta más.
Cuando tu corazón vuelva a recuperar el ritmo habitual, encontrarás mil ideas para seguir creando...porque ahora debe andar desbocado con tanta emoción. Me parece un modo pecioso de trenzar pasado-presente-futuro con ése rescate.

Besicos.

Susana dijo...

Lo de deshacer una casa cuando alguien ya no está siempre me ha parecido una tarea muy dura. Me alegro de que tú lo lleves tan bien. Un beso.

Ana, princesa del guisante dijo...

Mariapi: apuesto que tú habrías sacado muchísimas ideas allí. Lamenté unas cuantas veces no haber coincidido en etapa creativa con mi abuela, habríamos hecho cosas preciosas. Besos

Susana: ellos no han fallecido, simplemente no viven en esa casa. Será duro. Un beso

Unknown dijo...

Preciosos retales de recuerdos.
Me va a costar mucho poder rescatar de casa de mis abuelos los retales de su vida (y de la mía).
Biquiños pesoleta

Ana, princesa del guisante dijo...

Leles: bueno, no te creas, cuando ellos no estén esos recuerdos te parecerán el tesoro más precioso del mundo. Bicos galleguiña.

Carme Sala dijo...

...y ése delantal! Me muero de la envidia, menudos tesoros!
Bueno te perdono, por haber querido compartirlos con nosotros (aunque sólo sea virtualmente).

Seguro que lo aprovecharas todo :-)
Espero que el "reciclaje", también sea carne de blog; Por favor!

Petonets

Anónimo dijo...

Como me recuerda cuando tuvimos que hacer lo mismo en casa de mi madre. Ella estaba todo el día cosiendo, aunque nadie le enseñó.Tenía telas, botones, hilos, puntillas, etc, como para poner una tienda. Yo me quedé muchas cosas pero tuvimos que regalar porque era imposible quedarse con todo. Bsts.Pña

Raquel dijo...

Yo solo de pensar en ir a casa de mis abuelos cuando ellos no estén, me da una pena!!.
De lo que sí me alegro es de que haya cositas en la casa de los tuyos que te puedan servir y sobre todo te hagan acordar mucho más de ellos.
Yo es que estoy sensiblona... así que...

meloenvuelvepararegalo dijo...

El delantal veo que tiene muchas solicitudes, pero es que es graciosísimo. Ahora bien, cuando arregles ese bolso, o reutilices alguna de sus partes serán de esos objetos "vintage" que tanto se llevan ahora. Ya sabes, buena idea para regalar, ja,ja,ja
bss, de otoño que se promete creativo,

Tita dijo...

Te envidio esa capacidad de ver tantos tesoros, ¡y saber que hacer con ellos!

Me has transmitido esa paz ademas ¡besitos!

Tita

Ana, princesa del guisante dijo...

Chicas, no pude responder a tiempo, pero os doy las gracias a todas por pasar. Los sentimientos tristes por no tener a los abuelitos en su casa se compensarán cuando vea sus cosas camufladas por mi casa, seguro. Besos a todas

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