De vez en cuando tienes que sentarte en la minúscula silla de su habitación y ordenar sus cajones. Son los septiembres, que llegan con sus temperaturas más suaves, para que te apetezca menos estar en la calle. En eso he invertido esta mañana.
Ellos han agradecido el orden... de hecho, creo que esperaban con ansia tenerlo todo en su lugar para volver a empezar a desordenarlo todo. En fin, hoy le hemos echado mano a los colores, hemos juntado material como para volver a pintar la Capilla Sixtina.
Mañana toca revisar papeles. Sus tesoros en forma de obras de arte que vamos a meter en una carpeta antes de poder reunir ánimos para tirar a la papelera. Y el miércoles, forrar libros y poner nombres. Ya falta menos. Qué lástima que el tiempo pase tan deprisa.
20 comentarios:
El setembre sempre es un mes de balanç, de recolliment i endreça. De projectes i il'lusions. Per molts tot comença un setembre, sobretot, el pas del temps!
( Segueixo sencera...a 40+2)
petonets
El setembre sempre es un mes de balanç, de recolliment i endreça. De projectes i il'lusions. Per molts tot comença un setembre, sobretot, el pas del temps!
( Segueixo sencera...a 40+2)
petonets
Hay que tirar lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. No queda más remedio, pero cuesta mucho. Un beso.
Que nostalgia los septiembres de plastidecors!
Por aqui ya solo pasean dos plumieres con algún bic mordido y un compás sin tornillos... Ayer envié a Billy a comprar el material y no lo encontró?¿¿¿!!!! Se compró una pua para la guitarra después de zamparse un menú McDonalds..¿necesitas canguro pa los príncipes??, oye, no es malo, eh??
Besos Princess, sin burbujas de aironfix!
Yo ya he marcado su nuevo uniforme... y Bendita Abuela se ha ocupado de rehacérselo entero porque todo le va grande...
Espera la entrada en el cole de mayores con muchas más ganas que su madre, que vive angustiada pensando en lo rápido que pasa el tiempo...
Ese olor de bebé que nunca vuelve...
Es como volver a empezar el año de nuevo, ¿verdad?.
Mucho ánimo para ese comienzo.
un beso!
Yo me reinicio con el curso escolar, por eso adoro septiembre y su tregua de calor, dices bien..la temperatura invita a quedarse un poco más en casa y prepararlo todo para el cole, cosa que por otro lado a mí me encanta...tanto que estoy deseando ir a buscar los libros de los peques para empezar a eso mismo, a forrar, etiquetar, cotillear (a ver qué tocará este añooooo?) y comprobar como mis hijos crecen y crecen y creceeeen, bufff...
Además no se lo cuentes a nadie...¡pero soy adicta al olor de los plumiers y las libretas nuevas! (aisss)
;)
Besos, Ana
No puedo evitar quedarme con la imágen de tus artistas repintando la Capilla Sixtina con plastidecores, en mi imaginación...en fin, energía no les faltaría, seguro! ;-)
Yo, también debería hacer lo propio en mi estudio...y puede que hasta comprarme un par de lápices nuevos!
Petonets.
Ohhhh...puedo oler el cajón de los lápices, y los montoncitos de serrín ondulado al hacerles punta...Yo ya no "les ordeno"...y así nos va. jejeje.
Besicos, Princesa.
Bé, a tu, sens dubte, setembre et portarà festes d'aniversari, també. Jo vull saber quan arriba la teva princesa... Petons
A veces sí cuesta... pero también ves como aprenden y progresan y eso siempre da felicidad. Besos
Ah, pensaba que la canguro querías ser tú... los míos tampoco son malos :-)) Besos de Dymo en largas tiras con nombres
M&M, no, nunca vuelve... a no ser que regrese en forma de nieta a la que rehacer uniformes.
Empieza el año, realmente. Estamos animados, pero a mí me aterran las tardes eternas de deberes y de llevarles a extraescolares. Buf. Besos
Me encanta entrar en sus habitaciones cuando está todo listo para recibirles. Y el cole que echan de menos. Besos
Acabo de ver la Capilla Sixtina a lo EcceHomo jajaja Besos
Qué vértigo, Mariapi. Hace dos días les preparaba la canastilla.
Besos
Qué bonito, Pesoletina!
Eso me hace replantearme que debería aprender, de una vez por todas, cómo rehacer los uniformes...
mañana empieza el cole... buf! qué alegría y qué pena a la vez... eso sí. ella está emocionada!
Muchos besitos a mi niña valiente. Y a su madre, más valiente aún.
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