De camino al auditorio templabas tus nervios diciendo tonterías, me hacía gracia verte buscando puntos de control. El patio de butacas lleno a rebosar, veintitantos niños en el escenario, y para mí sólo una voz, la tuya.
De vuelta a casa la has cantado sólo para mí. Mi corazón ha envuelto en puntillas tu voz aún blanca, limpia y dulce.
Otro retal que querré conservar siempre.
(Que no, curiosillos, que no me ha tocado ni un miserable reintegro)
6 comentarios:
No quiero preguntar si lloraste, porque ahora ya eres una profesional del tema, pero el nudo seguro que sigue en la garganta...
jo... qué de retales más chulos nos gusta guardar!!!.
Biquiños dulces...
Pesoleta. Seguro que además están envueltos en una tela que has bordado tú, con esas manos maravillosas... Nadie canta como un hijo ... nadie. Madraza buena. Un beso, Princesa.
Este blog te servirá tambien para tener guardados todos esos maravillosos momentos. Disfrutalos a tope todos. Un beso!
Lo paso yo peor que mis hijos cuando tienen actuación. Esta tarde les toca una y ya estoy temblando.:) Un beso.
Pues chica, con retales como estos, no nos hace falta ningún reintegro :-)
Petons!
Leles: a moco tendido. jajajaja y eso sólo porque estaba controlando, y no tenía a mi marido a mi lado viendo si me caían lagrimones como patatas..Biquiños
Sunsi: bueno, bueno, los hijos de los demás también lo hicieron bastante bien, pero mi pesoletti... jajaja Besos
TC: cierto, es un buen archivo, de vez en cuando miro hacia atrás y me sorprende haber vivido tanto. Besos
Susana: yo no sufro por ellos, confío en poderles dar algo de seguridad, aunque hacemos lo que podemos!
Mevamaleta: no, reintegro no, pero retales + gordo sí que quedan bien, no? jajaja UN petonete
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