No te conozco mucho, más allá de las referencias de alguien que te quiere de verdad. No sé cómo eres ni cómo sientes. No sé si eres una persona luchadora, si eres una líder, si eres pobre de espíritu, si eres trabajadora o vaga, si eres sincera y directa, o taimada.
Bueno, lo cierto es que, como conozco a tu madre, sé que de todas las cosas que he nombrado sólo puedes ser la mitad buena, porque algunos rasgos de carácter suelen aprenderse y a ti te bastará tener ojos y orejas para empaparte de todo lo que ella es. Ya quisiera yo haberme tropezado con ella muchísimo antes...
Tú te has criado en una familia con muchísimos niños. En cambio, cuando me nació el primer hijo, el niño más pequeño de mi familia tenía 17 años, así que sólo recordaba vagamente cómo era aquello de cuidar un bebé.
Y me llevé una sorpresa tremenda, porque no estaba preparada para recibir tan tremenda sobredosis de emociones. Y para colmo de mis males, en ese momento no tenía cerca el brazo cálido de mi madre cerca para apoyarme y aligerar mi carga.
¿He dicho carga?
Seguro que cuando leas ésto, ya te habrás dado cuenta. Un bebé de tres kilos pesa. Pesa de una forma complicada de explicar. Pesa cuando todo el mundo espera de ti que sepas lo que necesita. Cuando por la noche, a pesar de que su padre le quiere hasta la locura, la que se tiene que levantar de la cama diez veces eres tú. Pesa cuando tienes que ir al baño, pero no puedes, porque él tiene un cólico y chilla como un gatito y tú quieres cambiar su cólico por uno tuyo. Sólo si te dejara hacer pis un segundo tranquila... Créeme, aunque ahora te parezca imposible, llegarás a saber lo que necesita mejor que nadie. Y te gustará sentir tu peso, porque ése será tu tesoro más preciado.
Y sigue pesando toda la vida. Y pienso en mi amiga, que es tu madre. Sé que sufre por ti ahora, en el momento delicado del parto. Sé que sufriá por ti cuando te suba la leche, cuando te vea como alma en pena durante el primer mes (o dos) por la falta de costumbre de no dormir (ella ya está acostumbrada a los desvelos). Ahora ella cargará con el peso de vosotros dos.
Pero también sé que ella está infinitamente feliz por ti. Porque tener un hijo es lo más maravilloso que puedas hacer en tu vida.
Te imagino en este mismo momento, acariciando el vientre enorme que alberga esa criatura que sigue su llamada al mundo, esperando ver la luz.
Sí, cuando lo leas, cuando tengas tiempo de leerme, ya sabrás qué se siente al tener sobre tu pecho un nuevo ser creado por tu cuerpo, con tu nariz y los ojos del hombre del que te enamoraste. Sabrás que serías capaz de distinguir el olor de esa criatura entre un millón. Sabrás que podrías volverte loca si alguien le hiciera daño. Descubriás a la osa que llevas dentro cuando una visita no deseada tenga la desfachatez de tocarle su manita, y saltarás a la cuna para lavarle la mano por si le ha dejado microbios.
¿Quieres saber si se te pasará la borrachera de amor?
Nunca
Jamás
Felicidades. Ahora ya eres una de nosotras.
18 comentarios:
Vale, como sigas haciéndome llorar cada día, no voy a poder leerte desde la ofi nunca más!
Precioso, Pesoletina. Precioso.
MadreYMas: No llores, niña. Ya lo hemos vivido y quién sabe... Tu hija algún día te hará abuela (yo no tengo esa posibilidad, sólo tengo hijos varones); dicen que cuando tienes hijos de una hija, es como una prolongación de tu cuerpo. Besos, guapa.
que bien te has explicado!!! bienvenida a la hija de tu amiga al maravilloso mundo de la maternidad, jajajaj tan maravilloso que me quedo con hijo único, pero muy feliz
Vale...voy por un kleenex :-)
Todavía se me eriza todo el vello del cuerpo cada vez que oigo los latidos metálicos del estetoscopio de una embarazada en sus ultimas semanas de gestación...soy incapaz de borrar de mi cabeza el recuerdo de las que oí, horas antes de que naciese mi hija Martina y de eso hace casi 12 años ya.
Nunca jamás me olvidaré.
Precioso post Ana. Petonets.
Mofletes: es duro, pero compensa. Siempre compensa.
Mevamaleta: yo tengo un recuerdo muy curioso, como si la sala de partos estuviera en penumbra, tan concentrada estaba en mí misma, tanto bajé el umbral. Incomparable. Un petonet, mocoseta.
Querida Princesa: Tenía la oportunidad de asistir al nacimiento de mis hijos, pero no lo hice. Es superior a mí. Sé que es un momento mágico, pero no puedo, ni siquiera verlo por la tele. Mi mujer siempre me lo recuerda y me dice que soy tonto (lo dice sin mala intención). Pero es que ese momento en el que una Madre abraza por primera vez a su hijo o hija, hace que me tiemblen las piernas, que me entren escalofríos, que las lágrimas me impidan ver...
Ya lo sé, Ana, soy tonto, pero tela de tonto.
Un saludo Alteza.
Naranjito: mi marido se mareó, pero preferí tenerlo a mi lado mareado que encontrarme sola. Yo soy valiente, pero necesitaba alguien con quien compartir la emoción. Eres tonto, pero eres adorable, caballero de Orange.
Cuando lo lea igual se deshace en lágrimas, pesoleta. Yo te leí ayer y no pude comentar. Un torbellino de emociones que se te planta en el corazón cuando sabes que empieza el "trabajo" del parto, aunque no sea TU parto. Ser madre. Pasar de tener al hijo en el vientre y acariciarlo e imaginar cómo será... a ese momento en el que no entiendes por qué el mundo no se ha detenido, ese momento en el que depositan a tu hijo en tu pecho...
Ella ha tenido la inmensa fortuna de contar con su madre; yo también la tuve. Me he dolido contigo al saber que eso a ti te faltó... La madre de la madre, que sufre como si ella estuviera empujando, y sabe que da paso a una nueva generación y se retira discreta para ceder el lugar al que es co-protagonista. Mientras la habitación del hospital se convierte en una fiesta, quizá la madre de la madre se retire discretamente a un rincón donde no la ve nadie y llora... todo ha ido bien pero ha sido un trago, una hora larga... y da gracias al Padre. Y se sorprende a sí misma porque se percata de ¡¡¡que es abuela!!!
Un beso, Princesa. Gracias por este post.
Ana, gracias. Ahora no puedo decir nada más, me siento tan emocionada que no puedo escribir. Un beso , mil gracias.
Jo, qué bonito... se lo pasaré a mi madre, cuando le diga que espera su cuarto nieto (2 de cada hija)
Por cierto: yo tampoco te puedo leer en la ofi. Aparte de que allí no puedo comentar, me emocioné demasiado!
Dos veces me lo he leido ya, tan hermoso es Ana....un abrazo grande, y a esa nueva mamá, nueva miembra del club de las desveladas para siempre...
Puedo asegurarte que esa nueva mamá te acaba de leer, que tiene a su ladito un chico precioso y que...no puede escribir mucho más.
En menos de dos dias ya me he dado cuenta de muchas cosas de las que dices!!
Mil gracias princesa!
Perdón a todo el mundo por la tardanza.
Sunsi: Bueno, no me sentí sola. No más de lo que se sienten todas las madres. Cuando nace el bebé, dejas de ser el centro de atención del mundo, y eso te hace sentirte algo desamparada. Pero te da igual, porque tienes tanto trabajo que no puedes darte cuenta. Es un momento único, inigualable. Me duele cuando alguien a quien quiero dice que no quiere ser madre por no tener que sacrificarse... Un beso, Sun.
Mariapi: nada, nada, no escribas, ve a achuchar a esa cosita todo lo que puedas, que crecerá deprisa. Y ponlo guapo, que si todo va bien, pienso ir a conocerlo en breve. Besos abrazos cariños.
aaana: gracias, guapa. Léelo donde quieras.
Tita: mirala, aquí comentando a las 8 de la mañana de un domingo. Se le acabó el chollo :-))
Poto: lo creas o no, a pesar de los puntos, los empujones, la talla XXXXL de sujes, la barriga que fue y que te ha dejado un souvenir de piel (volverá al sitio, te lo prometo), las noches sin dormir, las visitas soba-niños, y todo... me das muchísima envidia, porque no hay nada comparable a tener entre tus manos unas piernitas de bebé TUYO. TUYO y de nadie más (vale, se lo dejamos al padre, pero poquito). Felicidades, preciosa. Espero poderle conocer prontito
Joder que maco!!!! quines ganes de ser del vostre clan ;-)
Una abraçada!!!
jajajajaja ¡felicidades Poto! pese al cansancio, el dolor de estos primeros días, el miedo y la angustia, ha empezado a pasarte lo mejor que va a pasarte en la vida ¡dejaté arrastrar por esa sensaciónd de protegerle! y achuchalé todo lo que puedas, porque paradójicamente, si le has achuchado mucho, luego no se dejarán!!
Lo mejor de todo es que dentro de 3 años, dormir hasta las 8,45 de la mañana ¡será la releche!
Abrazos
Laura: et prometo que val la pena tot el negatiu...
Tita: Ja! Nueve años va a cumplir mi primogénito, y esta noche se ha despertado a las dos y media y a las 4. Qué pesadicos....
Precioso.
Cuando achuches a esa criatura dale recuerdos de la blogosfera :)
Voy a felicitar a la abuela!!
Meloenvuelve: ays, esta generación, ¿nacerá con un ipad bajo el brazo?
Publicar un comentario