© de la imagen La meva maleta

sábado, 22 de diciembre de 2012

Aquella Navidad



Si pudiera ser la dueña de los tiempos, me iría con los míos a aquella Navidad. Mis abuelos habrían salido de la tienda a las tantas, así que nuestra Nochebuena habría empezado tarde, casi tanto, como la Misa del Gallo que siempre acabábamos por perdernos.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos les enseñaría a los niños el pesebre de figuritas de plástico, con el Rey que se sentaba de lado y el camello que tenía una rebabita de plástico en la pata y siempre acababa por volcar. Y el río de papel de aluminio y la nieve de harina con que mi madre espolvoreaba mi imaginación infantil.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos, yo volvería a hacer cien viajes a buscar aquel cacharro misterioso al que mi abuela nunca atinaba a poner el nombre ni el lugar ("ve allí y trae aquello" decía como toda pista). Y nos sentaríamos alrededor de la mesa decorada con las mismas hojas secas, las mismas bolas, el espumillón de siempre, la seguridad del disco rayado de Villancicos y su chocolatero rin-rin.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos, pondría a cada uno de mis hijos sobre las rodillas de sus bisabuelos. Mis cuatro abuelos se sentarían aquel día en la misma mesa, así que no cabría un centímetro cuadrado más de felicidad en mi corazón. Mi abuelo relojero le enseñaría al pequeño Bufón su calculadora sin pilas que yo nunca llegué a entender, y el otro yayo le contaría a los ojos abiertos de Marlin cómo había sido la Batalla del Ebro, o la alineación del Sabadell del 54. Y la bisabuela maestra les leería El Camello cojito.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos, mis padres ayudarían a los niños con las dichosas arañas de mar, que esconden lo rico por dentro, y besarían sus dedos pringados de langostinos, y les contarían cómo era su Navidad sin bicicletas, y huirían a carcajadas de la amenaza de "¡Que vuelva Herodes y se los lleve a todos!" cuando le acariciaran la calva. Yo seguiría sentada "dejando correr el aire" entre mis tíos, como siempre. Y mis hermanos y  yo, volveríamos a ser libres por una noche, sin trabajos ni hipotecas, y él y yo volveríamos a vivir nuestra primera Nochebuena de novios, con todo el amor por estrenar. 

Si pudiera ser la dueña de los tiempos, entre los cardos y el ternasco nos habríamos dado cuenta de que había nacido ya el Niño, y brindaríamos por él. Y la abuela volvería a amenazar a su yerno con pintar el techo si descorchaba el champagne a lo bestia. "Si ya tenía razón mi madre -diría- Yerno yerno, sol de invierno". Y beberíamos en las copas Pompadour que tanto gustaban a la abuela. Y Cantaríamos "Les dotze van tocant, ja és nat el Déu Infant, fill de Mariiiiiiiii iiiii iiia", mientras alguien empezaría a cambiar platos cargados de premios para el viejo perro dogo, por bandejas de turrones.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos, habría ponche, y abriríamos los regalos fingiendo que no conocíamos la letra de mamá, y  serían muñecas con olor a nuevo atadas a sus cajas, y Barriguitas, y un juego de mesa, y el Monopoly. Y se harían los corrillos de siempre: los del café y la eterna sobremesa, los primos que juegan a la butifarra, los niños que estrenan juguetes nerviosos, las de siempre, recogiendo un poco la mesa. La abuela murmurando mientras sacaba los platos sucios del lavavajillas para fregarlos a mano. Y luego mi tío, agotado de hacer enfadar a su suegra roncaría en el sofá sin inmutarse por las risas y las imitaciones de los niños, que sonarían como gruñidos de cerdito glotón.

Si pudiera ser la dueña de los tiempos volvería a estar deseando todos los días de mi vida que llegara por fin la Navidad, que era, sin duda alguna, el mejor día del año después de mi cumpleaños. Pero sólo soy dueña de mis recuerdos, que dejo escritos aquí para que despierten los vuestros. Bienvenidos a mi mesa.

Feliz Navidad

22 comentarios:

Anónimo dijo...

¡que manera de recrear! ¡que modo de describir! ¡Que exageración tu puntillismo de detalles! Eres tan naïf, que me has colocado en medio del "comedor grande", con su enorme mesa con "los dos tableros añadidos" y yo pululando por allí esperando el momento en que mi padre decía que se sentía mal y nos jorobaba la fiesta. Lo que me menos me gustaba era el mirar del besugo recostado. Gracias por haberme quitado 50 años de un plumazo. Que Dios te bendiga y Feliz Navidad
Juanpe

Ana, princesa del guisante dijo...

Si yo fuera la dueña de los tiempos, los malos recuerdos no aparecerían en este post. Ese es el truco para sobrevivir, memoria de pez para lo que no te gustó. ¿ De qué sirve remover las angustias?
Feliz Navidad. Relájate y disfruta, tú serás la mejor Navidad de tu nieto.

Susana dijo...

A veces me gustaría volver a vivir sólo uno de esos días, pero entonces mis hijos no podrían existir y eso es algo que no cambio por nada. Un beso.

Mariapi dijo...

Ana, porque así lo quiere el "Señor de los tiempos", tenemos la libertad de ser dueñas de nuestras vidas, de regalar esos recuerdos como hoy tu nos los regalas, y de hacer de cada Navidad una nueva, como regalo a los que queremos. Mezclando lo vivido con lo que llega, aceptando lo bueno y lo menos bueno.
Qué bellísimos recuerdos, qué lujo que hoy nos los compartas.
Un beso, y gracias.

ana dijo...

Feliz Navidad, Pesoleta. Que siga tu camino llenándose de buenos recuerdos.

Un fuerte abrazo.

Ana, princesa del guisante dijo...

Bueno, a la dueña de los tiempos se le permite imaginar a sus hijos viviendo en esos tiempos :-) Besos y feliz Navidad.

Ana, princesa del guisante dijo...

Cuando lo escribí, imaginé que estas son las Navidades que estarán en el recuerdo de mis hijos, y mi obligación es enharinar el Belén para ellos, para alimentar su recuerdo.
Besos, gracias a ti.

Ana, princesa del guisante dijo...

Feliz Navidad, querida, que mi camino vuelva a pasar cerca del tuyo alguna vez, Un beso grande.

aaana dijo...

Feliz Navidad, princesa!

laura dijo...

Jo si volgués recordar un Nadal seria aquest. Amb l Emma dormint als meus braços,.recordant que el Nadal passat ja era dins meu. Vull recordar per sempre la màgia d aquest primer nadal de la resta de Nadals

Carme Sala dijo...

Me sentiría intrusa de esta escena tan íntima, si no conociera tú generosidad :-)
Tengo la enorme suerte de poder "presenciar" no sólo éste momento, patrocinado por tu imaginación, sino tantos otros momentos en que me has hecho familiar "postizo"de esta tropa que tan bien dibujas.

Niña, ¿es de yema ese turrón? Anda, pásame un trocito...

Gracias por compartir tanto.
Bon Nadal a tots!

tomae dijo...

...¡y que se repitan! :) Feliz Navidad a todos los del castillo, y un beso para ti PrincesaDel!!!

Ana, princesa del guisante dijo...

Gracias, aana, felices fiestas. Que tus reencuentros hagan que tus viajes hayan merecido la pena :-) besos

Ana, princesa del guisante dijo...

Quan els nens es van fent grans, cada Nadal s'assembla una mica a l'anterior, i creu-me, passa de pressa!
Un petonet a l'Emma de part meva, m'agradaria atrapar la llum reflectida als seus ulls.
una abraçada, Laura.

Ana, princesa del guisante dijo...

Gracias a ti, por dejarte llevar de mi mano tozuda. En mi mesa han aparecido algunos espacios vacíos, que estoy segura que tú podrías ocupar...

Eso es turrón de yema, pero te sugiero que pruebes el ponche (receta Mariapi), está divino.

Un petonet a tots vosaltres, bones Festes

Ana, princesa del guisante dijo...

Se repiten, de formas parecidas. Los niños han cambiado los Juegos Reunidos Geyper por la wii, los mayores, el ternasco por merluza (demasiada comida para la hora de la cena), pero la ilusión... cuando llega el Niño, se siente su Presencia entre nosotros.
Feliz Navidad, Tomás

sunsi dijo...

Vivir es ver volver, querida pesoleta. Y en Navidad vuelve lo que nos ha hecho felices. Preciosísimo post. Gracias por ayudarme a recordar las navidades de mi infancia, el caldo amb pilota de la padrina, el belén de escayola que montaba mi padre y dejaba todo perdido pero valía la pena, el Delapierre que degustaban los adultos como algo extraordinario... "perquè avui es Nadal", el cagatió que no era un tronco sino una silla tapada con una manta y nos traía los dulces de la comida...

Feliz Navidad, Ana. Todo mi cariño para la Princesa del Castillo y sus habitantes.

Marta piesdescalzos dijo...

Feliz Navidad!

Ana, princesa del guisante dijo...

Qué bonita tu Navidad, Sunsi. Yo tomo nota de las nuevas tradiciones que he recogido en casa de mis suegros, con mis hijos y mis sobrinos...
Un abrazo grande

Ana, princesa del guisante dijo...

VAle, admito el escueto feliznavidad, pero quiero post explícito del asunto!

Detitanioyporcelana dijo...

Precioso el post. Es la primera vez en mucho tiempo que alguien consigue emocionarme en estas fechas. Muchas gracias.

Ana, princesa del guisante dijo...

Gracias, yo también tengo el corazón endurecido frente a la Navidad. Demasiados vacíos. Pero hay que mirar qué es lo que nuestros hijos aprenden de nosotros. Gracias por venir y comentar.

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